Los errores que seguro estás cometiendo al cuidarte la piel: 10 trucos que las farmacéuticas recomiendan

Con la ayuda de una experta, te contamos todo lo que no y sí debes hacer en tu rutina de belleza si quieres presumir de una piel perfecta.

Kendall Jenner./imaxtree

Kendall Jenner. / imaxtree

Raquel Rodríguez
Raquel Rodríguez

Tanto si eres de las que pone mucho hincapié en el cuidado de la piel , como sino, hay consejos básicos y fundamentales que no puedes obviar. Y aunque algunos de ellos parecen demasiado evidentes, lo cierto es que nunca viene mal recordarlos. Por ello, junto a la farmacéutica Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermocosmética y nutrición, hemos hecho una lista de todo aquello que sí y que no debes hacer. ¡Toma nota!

Identificar el tipo de piel y sus necesidades

Lo que a una persona le funciona de maravilla a otra le puede parecer un desastre. Y es completamente probable. Cada piel tiene unas necesidades diferentes y es por ello que es muy importante identificarlas y escoger los productos de nuestra rutina en función de ellas.

La constancia es de vital importancia

«La falta de tiempo, la dejadez o la pereza son las causas principales de la falta de constancia en las rutinas faciales», explica la experta. Si es tu caso, opta por cosméticos multifuncionales o que tengan una eficacia mayor y que requieran menos tiempo de aplicación.

No mezcles activos

¡Cuidado con querer usarlo todo! Sí, querida lectoraS, existen un sinfín de ingrediente, por ejemplo, antienvejecimiento, pero abusar de todos ellos a la vez puede provoca reacciones en la piel nada deseadas. Por ejemplo, mezclar ciertos activos como el retinol y la vitamina C o los AHA y BHA, puede acabar en desastre. Y más si tu piel no los necesita.

El paso más importante es la limpieza

«La base de la belleza está en la limpieza», dice mi madre y razón no le falta. Toda rutina de belleza que se precie comienza con una buena higiene facial. De hecho, es el paso más importante. Hay que limpiar la cara a diario, mañana y noche, con productos adecuados y preferiblemente usando una toalla exclusivamente para ella.

La hidratación es esencial

Si por tener la piel mixta o grasa crees que tienes que reducir la hidratación estás muy equivocada. Esto es un error porque precisamente conseguiremos el efecto contrario. La piel necesitará más hidratación y producirá más para solventar esa falta de agua. La clave está en elegir una crema hidratante adecuada para cada tipo de piel.

Todo en su justa medida

Al igual que no se deben mezclar activos, tampoco se debe abusar la piel con el uso de muchísimos productos. Querer echárselo todo es un error con el que solo conseguirás ensuciar la dermis y saturarla, por lo que esta responderá de manera negativa.

Cuidado con la exfoliación

Y lo mismo ocurre con la exfoliación. Esta se debe hacer tan solo una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel. De esta forma, ayudarás a la dermis a mantenerse lisa, sin células muertas y os poros se mantendrán limpios. Pero si lo haces en exceso, irritarás demasiamo.

No te olvides nunca de la protección solar

«Todos los expertos coincidimos en algo: hay que utilizar protección solar a diario, independientemente de la época estacional en la que nos encontremos. De hecho, la crema solar es el arma más poderosa contra el envejecimiento prematuro, la prevención de manchas y la salud de la piel. Recuerda utilizar una crema que proteja también de la luz azul de las pantallas», comenta la farmacéutica.

El orden de los factores sí altera el producto

¿De qué sirve aplicarte una crema hidratante si no has limpiado la piel? Si haces una doble limpieza, primero el limpiador oleoso y después el acuoso. Después iría el tónico (si usas), el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y el maquillaje. Sin excepciones.

Las zonas olvidadas

Cuando hacemos el skincare, solemos centrarnos mucho en el rostro y nos olvidamos el del cuello y el escote. Estas zonas son las grandes olvidadas, lo que provoca que puedan envejecer antes que el rostro ya que la piel es más frágil y delgada. El cuello suele sufrir arrugas y flacidez y el escote, sobre todo, manchas por el sol.