A pesar de que es un paso muy recomendado, la mayoría de nosotras olvidamos exfoliar nuestra piel. Y mira que Isabel Preysler tiene este paso como uno de sus imprescindibles, y sus consejos para nosotras son como un mantra. Pero claro, cuando nos decidimos, hay tantos productos exfoliantes en el mercado que no sabemos cuál es el mejor para nuestro tipo de piel. ¿Nos vale con el exfoliante enzimático de Mercadona ? ¿La esponja konjac es suficiente para una piel acnéica? ¿El ácido salicílico dañará mi piel? Tenemos muchas dudas y, al final, por miedo, lo dejamos correr. Pero tranquila, porque estamos aquí para solucionar todos tus interrogantes.
Lo primero que debes tener en cuenta es que abusar de la exfoliación es casi tan malo como olvidarte de ella. Por norma general, deberías hacerlo una vez por semana pero aquellas con pieles grasas o acné pueden aumentarlo a dos y si tu piel es sensible lo indicado es cada 15 días. También es importante saber que exfoliar la piel del rostro tiene que ser el paso siguiente a la limpieza y a la aplicación del tónico si se utiliza, y que debe hacerse en toda la cara a excepción del contorno de los ojos y de los labios. Existen tres tipos de exfoliantes: los químicos, los físicos y los enzimáticos.
Los químicos son los más agresivos y contienen, generalmente, ácido glicólico, ácido salicílico o ácido láctico. Si tu piel tiene tendencia a los granitos, estos son tu mejor opción, ya que el efecto de los ácidos controlan la producción de sebo y reducen las rojeces producidas por los brotes acnéicos. Puedes probar la loción exfoliante con ácido salicílico de Truelogie que actúa regulando el exceso de sebo, contribuye a eliminar las células muertas que obstruyen los poros y elimina las espinillas. La puedes encontrar en Sephora por 2,99 euros.
Los físicos eliminan las células muertas de nuestra piel a través de medios físicos ya sean vegetales, orgánicos o inorgánicos como la cáscara de coco, las esponjas de konjak, los cepillos limpiadores… Están especialmente indicados para pieles grasas y resistentes pero sin tendencia al acné, ya que podrían contribuir a expandir esa 'infección' por todo el rostro. Un ejemplo sería el cepillo limpiador Nusu 2.0 de USU Cosmetics, que elimina células muertas, limpia los poros, acaba con el exceso de grasa y retira todos los restos de maquillaje. Lo puedes encontrar en su web por 47,50 euros.
Los enzimáticos contienen enzimas proteolíticas que son las encargadas de separar las células muertas de nuestra piel para su posterior eleminación. Son los más indicados para pieles sensibles, ya que no modifican el pH de la piel y son los menos agresivos e irritantes. Si tu piel es sensible puedes probar con el exfoliante facial con albaricoque y miel de abeja negra de Farm to Fresh, que está disponible en Primor por 9,95 euros.
Dejar de exfoliarse nunca es la solución, sólo tienes que escoger el producto adecuado.