Combinar los estampados más dispares y hacerlo con talento no solo demuestra osadía, sino un gusto reservado a los grandes. En las oficinas de la Maison Sisley en París gobierna el icónico print de cebra de la marca. Tapiza butacas y se codea con antigüedades y detalles de los rincones más recónditos del planeta, rememorando los exóticos viajes que los padres de Christine D'Ornano hicieron por el mundo en busca de activos botánicos para esta marca pionera en fitocosmética.
La sencillez de la vicepresidenta de Sisley, en cambio, es casi monacal. Su determinación contrasta con una extrema delicadeza, una amabilidad effortless y un castellano perfecto, recuerdo de una breve estancia infantil en España y su paso por México para abrir una de las filiales de la maison. Apasionada del arte, en su despacho descansan dos cuadros de Sydney Albertini y de Ricardo Macarrón, además de mil detalles con los que soñar.
«Teníamos muchas ganas de volver –cuenta la hija pequeña de la saga, feliz de vislumbrar, al fin, la vuelta a la normalidad–. Estamos muy ocupados con nuestras dos líneas de trabajo fundamentales: investigar nuevas plantas y desarrollar productos innovadores». Christine D'Ornano se muestra orgullosa de que la firma haya superado con nota este difícil periodo, manteniendo a sus 5.000 empleados. La compañía aprovechó el confinamiento para crear contenidos digitales, tutoriales y masterclass, apoyados por algunas de las mejores facialistas con el objetivo de acompañar a las mujeres en sus cuidados en casa, en ese minispa que todas redescubrimos. Y el resultado fue que las ventas online crecieron en ese periodo más de un 500%.
La nueva base de maquillaje de Sisley, Phyto-Teint Nude, dispone de 18 tonos diferentes, para adaptarse a cualquier tono de piel y permite también hacer un ejercicio de contouring.
«Hemos hecho este camino a toda velocidad; ha sido como una carrera de obstáculos en la que nos ha tocado aprender muy rápidamente», reconoce Christine. Además, durante la crisis, Sisley produjo toneladas de gel hidroalcohólico y cientos de miles de mascarillas. «Mi padre decía que es muy importante cuidarnos para nosotros y para los demás, es una forma de amor. Las personas con una buena piel o un cabello bonito, llevan consigo un aura muy especial», explica D'Ornano.
Sisley cuenta con una tecnología punta que le permite integrar los mejores activos botánicos en productos que funcionan con texturas sensoriales. «Para nosotros, lo importante es el corazón de una fórmula en la que conviven varios activos, y cómo interactúan. Nuestro reto ahora es que el packaging sea mucho más sostenible, reciclado, reciclable, o ambas cosas», concluye.