pieles grasas
pieles grasas
Igual que muchos tipos de pieles, también ha productos para cada necesidad. Tenemos muy en cuenta la crema de día, de noche y el sérum, pero hay un producto imprescindible al que no parece que le demos la misma importancia: las mascarillas. Y si aún no usas alguna, estás a tiempo.
Sus beneficios son muchos: limpian, exfolian, eliminan impurezas y células muertas. Y, sobre todo, te dejan la piel como nueva para que los productos que utilices a continuación puedan hacer pleno efecto. Y lo mejor es que con usarlas una vez a la semana es suficiente y apenas te llevará 10 minutos.
Las hay para varios tipos de piel y funcionan perfectamente en todos los casos, tanto para pieles maduras que suelen ser más secas como para las más jóvenes o grasas, con otras necesidades. En este último caso, lo mejor es apostar por un tipo de mascarillas astringentes y purificantes. Y hay algunos superventas en farmacias que no fallan.
En mi caso, que tengo la piel mixta pero madura a la vez, tengo dos claras favoritas que se compran, precisamente en la farmacia. Lo que hago es alternarlas cada semana, pero las dos tienen una composición parecida y su ingrediente estrella es la arcilla, blanca o verde, la clave para acabar con el exceso de grasa y dejar los poros limpios.
En primer lugar, es el mejor ingrediente para las pieles grasas porque purifica, regenera y ñimpia la piel. En concreto, la verde es perfecta para las pieles grasas porque tiene propiedades astringentes pero sin llegar a secar. La blanca, es u caso, es ideal para las pieles más sensibles porque además de limpiar, también calma.
Personalmente, mi ideal es una mezcla de las dos porque en muchos casos como el mío, la piel grasa también tiene un punto de sensiblidad y no me gusta nada la sensación de tirantez que me queda después de usar ciertos productos específicos para acabar con el exceso de sebo.
Igual que tenemos paciencia para esperar cinco minutos cuando nos ponemos una mascarilla en el pelo dentro de la ducha, más fácil aún es hacerlo en la cara porque mientras nos hace efecto podemos aprovechar para hacer otras cosas, como un masaje, una manicura o simplemente relajarnos en el sofá.
Es cierto que cada una tiene sus tiempos y viene siempre indicado en el envase, pero lo nromal que es que el tiempo de actuación sea de entre 10 o 15 minutos. Eso sí, al tratarse de arcillas se va secando según pasan los minutos y puede dejar una sensación tirante en el rostro, por eso no hay que ponerse mucha cantidad de producto.
Estos son mis tres favoritas, que se pueden comprar en farmacia y a un precios asequible. A mí me gusta alternarlas, pero puedes usar siempre la misma. ¿Las has probado? Te sorprenderán.