Este método antiedad para desmaquillarse y limpiar el rostro es súper cómodo, no deja la piel tirante y se ahorra mucha agua

Es tan antigua que parece que tenemos controladísima la forma en la que limpiamos nuestro rostro a diario. Además de dejarnos como legado algunos de sus cosméticos favoritos, como este contorno de ojos con aceite de oliva, nuestras abuelas ya nos advertían que era un paso fundamental a la hora de conseguir una piel muy bonita. Pero sí, tenemos que reconocer que las nuevas fórmulas de los desmaquillantes antiedad le dan un repaso absoluto a los antiguos métodos (como las clásicas toatillas que tanto desaconsejan los expertos o como el básico agua y jabón de toda la vida) y que cada vez nos resultan más rápidos de aplicar, más cómodos tras el aclarado y más ecológicos en cuanto a ingredientes y ahorro de agua.

Las opciones hoy son de lo más dispares y avanzadas: limpiadores en bálsamo, en espuma, en aceite, sin aclarado, micelares, bifásicos... Todo depende de las necesidades de cada piel y del tipo de maquillaje utilizado, pero también de los gustos y placeres concedidos en cada ritual de belleza. Un método que lo tiene todo es esta crema desmaquillante y limpiadora. Es antiedad, no deja la piel tirante, retira la suciedad de forma eficaz y se ahorra mucha agua por la forma en la que se aplica y se retira.

El dúo Eau Sorcière & Crème Sorcière de Delbôve, un ritual en dos pasos que elimina el maquillaje y las impurezas, desintoxica la piel sin resecarla, fortalece y protege la barrera cutánea, limita los efectos más dañinos de los radicales libres, alisa la textura de la piel, mejora la apariencia de los poros, unifica, reduce las rojeces, calma la piel, combate los signos del envejecimiento y su PH 4.6 es totalmente respetuoso con el PH natural de la piel.

Las esponjas en discos son el salvavidas de este tipo de desmaquillantes: son reutilizables (incluso se pueden meter en la lavadora después de varios usos), sustituyen a los masivos discos de algodón y al retirar el producto no se utiliza ni una gota de agua. Sí para seguir el ritual pero de forma limitada: solo el tamaño de un cuenco en el que tendrás que pulverizar el Eau Sorcière, una esencia botánica formulada a base de 9 plantas medicinales con propiedades calmantes, purificadoras, suavizantes y regeneradoras.

Una vez conseguida la mezcla, sumerge el disco hasta que empape. Después humedece el rostro con el mismo disco y a continuación recoge la cantidad de una nuez de la Crème Sorcière. Con las yemas de los dedos humedecidas en el cuenco masajea la crema desmaquillante hasta formar una leche blanca. Aplícalo con movimientos circulares en cara, ojos y cuello. Humedece los dedos cinco veces para continuar la limpieza. Para terminar retira con el disco húmedo.