Los trucos de belleza de Olivia Palermo y los favoritos de su colección de maquillaje que ya se puede comprar en España

La cita con Olivia Palermo empieza más tarde de lo previsto, pero la espera merece la pena: no todos los días se comparten café y consejos de belleza con la famosa empresaria neoyorquina, considerada la primera it girl (lo que ahora sería una influencer) allá por los años 2000 y que sigue siendo una de las celebrities más elegantes del mundo, como reconocen sus siete millones de seguidores en Instagram.

Viste de negro, un color poco habitual en ella, pero ha querido que el protagonismo se centre en su colección beauty, que lleva su nombre y que ya se puede probar y comprar en Wow, el gran espacio multimarca de la Gran Vía madrileña. Saluda con una gran sonrisa y presenta, con una voz muy dulce, a su representante, a su maquillador e incluso a su marido, Johannes Huebl, que aparece en medio de la entrevista.

Es extremadamente educada y muy profesional, sabe lo que tiene que hacer en cada momento, desde cómo posar para la foto hasta cómo ponerse el micrófono para grabar un pequeño vídeo para redes sociales. Mientras el fotógrafo prepara el equipo para el retrato, charlamos con ella sobre su estancia en España. Llega a Madrid directa de Barcelona, donde ha asistido a la Fórmula 1, y confiesa que es una apasionada de las carreras de coches. Una vez que está todo listo, nos pide que probemos los productos y que le digamos qué nos parecen.

Tanto el packaging como las fórmulas están muy pensados, pero sorprende que haya pocas referencias. «Hacerte un buen neceser beauty es como construir un buen fondo de armario. Tienes tus básicos y todo gira en torno a ellos. Puedes ir añadiendo más, según tus necesidades. Pero lo que sí teníamos claro es que queríamos barras de labios, una paleta de sombras y, sobre todo, algo de skin care. Para mí es lo más importante, sin ninguna duda. Porque solo tenemos una piel y tiene que estar sana y feliz para que un maquillaje quede bien», explica.

No lo quiere confesar abiertamente, pero ella sí tiene favoritos. «Me encantan mis productos de tratamiento, son increíbles. El spray fijador, que puedes usar para refrescarte o para fijar el maquillaje. Y el sérum, que puedes mezclar con tu tratamiento habitual o usarlo como iluminador. Pero también adoro los pintalabios o las paletas de sombras. El color es muy importante y te ayuda a crear texturas diferentes, como me ha enseñado Nelson [Catarino], mi maquillador desde hace muchos años».

Como buena empresaria, también sabe que el packaging o el olor de los productos influye a la hora de comprarlos y, en su marca, tanto una cosa como la otra funcionan a la perfección. «El formato es fundamental porque no siempre ensalza lo que hay dentro y es una pena cuando eso pasa. En Olivia Palermo Beauty queríamos darle valor, casi como si fuera una joya. Por eso está inspirado en una pulsera que me regalaron por mi cumpleaños hace muchos años y que para mí es muy especial».

No tiene reparo en reconocer que se maquilla cada día –dice que hasta para salir a pasear al perro–, pero también le gusta darle a la piel un descanso de vez en cuando y seguir los consejos de sus dermatólogos para mantenerla sana y, como ella dice, feliz. «El maquillaje cuenta una historia, igual que la ropa que llevas puesta y tienen que ir de la mano. Pero no tienen que ir necesariamente conjuntados: por ejemplo, no me maquillaría nunca los labios de rojo si llevo un vestido en ese color», asegura la que ha sido (y aún es) un icono de estilo para muchas amantes de la moda. Por eso resulta curioso que ella no tenga ninguno: «No te puedo decir uno, yo me inspiro en los looks de la pasarela, en fotos vintage, en libros de moda. En artistas y diseñadores que hacen cosas bonitas».

Y hablando de cómo ahora son más accesibles todas esas fuentes de inspiración, es inevitable preguntarle si cree que Instagram ha cambiado la forma que tenemos de maquillarnos. «Las redes sociales tienen muchas cosas buenas. Son una gran plataforma para descubrir nuevas marcas, por ejemplo. Pero también han cambiado a peor la forma de maquillarse. Puedes seguir muchas cuentas o ver a chicas hacerlo cada día, pero solo aprendes de verdad si lo haces de la mano de los artistas y yo tengo la suerte de trabajar con ellos», asegura.