Hay perfumes que marcan toda una década, como la de los 90, con sus olores más icónicos. Y otros que van más allá de modas y tendencias y son para toda la vida. Y estos últimos suelen tener algo en común, son aromas suaves, sencillos y delicados, y casi siempre florales o cítricos.
Por eso, si lo que estás buscando es un aroma especial que te acompañe no solo en otoño, sino el resto del año, hay uno que tienes que conocer: White tea, de Elizabeth Arden. Salió a la venta antes del verano y, en pocos meses, se ha convertido en el favorito de las editoras de belleza.
Y lo ha hecho por muchos motivos. El primero, sus exquisitos pero sutiles ingredientes. Es un eau de parfum que, como bien indica su nombre, lleva té blanco como nota principal. Una composición olfativa floral, que también esconde notas amaderadas y cítricas.
Tiene corazón floral, salidas cítricas y fondo amaderado.
Creado por los perfumistas Rodrigo Flores-Roux y Guillaume Flavigny, White tea tiene unas notas de salida cítricas, de mandarina italiana, salvia y acordes de brisa marina. El corazón es floral, con té blanco puro, absoluto de mate, pétalos de jazmín y agua de rosas. Y el fondo es amaderado y esconde su faceta más cálida y poética, con notas de haba tonka, amberwood y almizcles suaves.
Una riqueza olfativa que enamora y es que según uno de sus perfumistas, Rodrigo Flores-Roux, está pensada para esas mujeres que iluminan la habitación cuando entran. Su inspiración siempre ha sido crear una fragancia que comunique tranquilidad y serenidad y para eso está pensada.
El perfume White tea de Elizabeth Arden viene en tres formatos, de 100, 50 y 30 mil.
Por eso es perfceta para usar a diario, porque su eau de parfum hace que aguante intacta todo el día (nos encanta ese efecto como si te acabaras de perfumar) y, por otro lado, te dará esos momentos de relax que tanto anhelamos en la locura del día a día.
Además, el frasco rinde homenaje al diseño de líneas rectas y a la pureza visual. Rectangular y sencillo, tiene un tacto satiando muy agradable y un tapón dorado que le dará a tu tocador un toque elegante y arquitectónico absolutamente inesperado.
Puedes encontrarlo en tres tamaños diferentes (el más pequeño es perfecto para viajes) y por un precio que pocos eau de parfum suelen tener. En este caso, el frasco de 100 ml cuesta 57 euros; el de 50 ml, 45 euros; y el de 30, 30 euros.