Este es el perfume floral de lujo perfecto para regalar porque huele de maravilla y dura muchísimo

Una fragancia que cumple 10 años y ya se ha convertido en una de las favoritas de las editoras de belleza.

La importancia de una fragancia siempre está en su interior. Parece obvio, pero también lo es que nos gusta tener en nuestro tocador frascos bonitos que nos alegren la vista como si de objetos de decoración se trataran. Por eso, si un perfume tiene las dos cosa, es sinónimo de éxito.

Nos guste o no, ha llegado el momento de pensar en los regalos de Navidad. Una tarea que suele ser complicada y que pasa, muchas veces, por la elección de un perfume. Nos gusta buscar uno especial que sorprenda y, a la vez, entusiasme y guste a la persona a la que se lo regalamos.

Y uno con el que siempre se acierta es La vie est belle de Lancôme que, este año, cuenta con una colaboración muy especial, la del artista Richard Orlinski. Con motivo del décimo aniversario de una fragancia que cambió los códigos de la perfumería, Lancôme ha querido contar con él para un diseño de frasco muy especial.

Richard Orlinski es uno de los artistas franceses de más éxito de los últimos años y ha reinterpretado el emblema de la marca, la rosa, a su manera. Su creación se ha plasmado en el frasco del perfume La vie este belle, uno de los más vendidos en el mundo desde su lanzamiento hace ahora 10 años.

¿Y qué tiene de especial esta fragancia? Se trata de un aroma floral con el iris como protagonista que revolucionó el mundo el perfume poniendo de nuevo de moda el gourmand, que había pasado a un segundo plano con la explosión de los aromas frescos de principios de los años 2.000.

El perfume La vie est belle con el frasco interpretado por el artista francés Richard Orlinski.

Los creadores de esta fragancia, los perfumistas Anne Flipo, Dominique Ropion y Olivier Polge tardaron tres años y más de 5.000 intentos en dar con el elixir perfecto, compuesto por 63 materias primas. Una composición con el iris como protagonista que, junto con el pachulí, dieron como resultado este perfume gourmand que deja una huella firme y deliciosa que dura todo el día.

Además del iris y el pachulí, cuenta entre sus ingredientes con el jazmín sambac y la flor de azahar de Túnez que le dan la nota perfecta a esta fragancia floral intensa. El toque dulce final lo ponen las notas de vainilla, haba tonka, praliné, grosella negra y pera.

Pero la magia de este perfume, además de en su delicioso elixir y del frasco que es casi un objeto de culto (y que se caracteriza por su lazo en el cuello) está en su efecto optimista, porque despierta la felicidad del que lo lleva puesto. Por algo se llama La vie est belle, porque es una oda a la felicidad perfecta para regalar en estos tiempos tiempos tan inciertos.

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