Se supone (nos lo repetían como un mantra) que de la pandemia saldríamos mejores. Puede que no haya sido así, pero lo que sí hacemos mejor es disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Esos que antes pasaban desapercibidos o hacíamos de forma automática y que son, básicamente, los que nos hacen felices. El olor a flores de un perfume, disfrutar de una vela bonita en el salón o relajarse con un simple gesto de rutina beauty. En definitiva, sobrevivimos a las adversidades gracias al hedonismo.

«El placer es una experiencia a diferentes niveles. Físico, gracias a la acción de hormonas como la dopamina, la oxitocina, la serotonina y la endorfina, entre otras respuestas fisiológicas; y mental, porque experimentamos una sensación subjetiva de felicidad, serenidad, confianza y bienestar», explica Violeta Alcocer Martínez, psicóloga y directora del Centro de Psicología Hortaleza 73.

«En nuestra sociedad, disfrutar parece una pérdida de tiempo».

Violeta Alcocer, psicóloga

Y en los cuidados, mimos y tratamientos beauty hay mucho de todo esto, a pesar de que a veces se consideren placeres culpables. «Vivimos en una sociedad totalmente centrada en la producción y el éxito por encima de todo lo demás –continúa Alcocer–. En la cultura del esfuerzo, la renuncia (no ver a mi familia, quedarme trabajando hasta las tantas, no respetar las convalecencias cuando hay enfermedad...) es casi una obligación y está premiada.

Mientras que los cuidados no remunerados, tanto propios como ajenos, tan poco rentables desde el punto de vista productivo, van a parecer una pérdida de tiempo. ¿Si no estoy produciendo para otros, tengo derecho?, nos preguntamos». Y no solo tenemos el derecho, sino casi la obligación, porque a la larga, el descuido personal acarrea problemas psicológicos como la merma de la autoestima, tristeza o desmotivación.

«El bienestar personal hay que construirlo y parte de la medicina es el placer», asegura. Entonces, ¿hay que practicar el hedonismo para ser felices? Según la experta, sí: « La felicidad es algo que no viene solo, sino que debemos construir activamente. Si no compensamos el impacto negativo de los estresores diarios, la balanza nunca estará equilibrada», aconseja.

QUÉDATE EN CASA

Un masaje relajante, una tarde en un spa, un baño caliente, el olor de una vela, la textura sedosa de una crema o, simplemente, llegar a casa y que huela a eso, a nuestra casa. Los pequeños placeres que esconden los gestos de belleza son infinitos. Jennifer Douville, directora de formación de Rituals Cosmetics Spain, reconoce que «es mucho más fácil vivir nuestro día a día si nos regalamos instantes placenteros de las maneras más sencillas».

« Somos hedonistas per se, incluso sin ser conscientes de ello. Y más ahora, que hay una vuelta a la búsqueda del placer y el bienestar no solo como algo externo, sino como algo que puede partir de nosotros mismos. Momentos de disfrute pleno y consciente de la belleza, que vemos como un conjunto de sensaciones agradables que se disfrutan más fácilmente si recurrimos a los detalles adecuados», señala Douville.

DIPTYQUE Vela Roses, de la colección Unleash the Rose (67€). ZARA HOME Peine efecto carey (9,99€). BALMAIN HAIR Perfume para el cabello Hair Silk Perfume (35€). ALQVIMIA Aceite corporal Reina de Egipto (53,31€/ 150 ml). LOEWE Pastilla de jabón de regaliz Liquorice (40€). / d.r.

El aroma de un aceite que nos aplicamos después de la ducha, el de un perfume antes de asistir a una cita, el olor a limpio de unas sábanas recién lavadas o simplemente desconectar los 20 minutos que tarda en hacer efecto la mascarilla que nos ponemos un domingo. Todo empieza en casa y está al alcance de cualquiera. Desde Rituals confirman la tendencia: «Las cifras hablan de que cada vez nos procuramos más cuidados en el hogar. Esto es consecuencia del poco tiempo libre que tenemos, pero también del mayor conocimiento sobre cosmética, ahora sabemos qué tipo de productos usar, cómo hacerlo adecuadamente, qué cremas son las adecuadas para nuestro tipo de piel o qué aroma nos proporciona más calma». Es verdad que cada vez nos damos más caprichos beauty en casa, pero ¿seguimos siendo fieles a los centros de belleza?

VISITA OBLIGADA

«Los spas y tratamientos profesionales siguen siendo algo que deseamos y, si podemos, nos entregamos a sus bondades de vez en cuando, que son muchas», asegura también Douville. Disfrutar de una jornada de spa o un masaje relajante también debería estar incluido en nuestra rutina de autocuidado. Aumentar la frecuencia de las visitas a estos centros es, según los expertos, más que aconsejable. Sonal Uberoi, wellness director del hotel Four Seasons de Madrid, deja claro que los spas de ahora ofrecen otro tipo de experiencias mucho más cercanas al bienestar integral que los de antes y que «cuidarse no es algo que uno tiene que hacer una vez al mes, sino que debe formar parte de la rutina diaria, como comer, dormir o ir al trabajo».

HOTEL FOUR SEASONS MADRID. En los nuevos spas se pueden encontrar experiencias más cercanas al bienestar integral / d.r.

No es que haya que visitarlos todos los días, pero sí una vez a la semana, recomienda. Además, según Sonal y en línea con lo que opinan todos los expertos, «la pandemia ha despertado una conciencia general sobre el bienestar de cada persona –físico, mental, emocional y espiritual–, y eso es independiente de la edad o el perfil socioeconómico. Vemos un diverso rango de edad y poder adquisitivo buscando servicios de bienestar«, afirma. Y por eso tienen una amplia carta de servicios que supongan una experiencia única y transformen el wellbeing de cada cliente.

«Entendemos que el bienestar es algo tan único y personal que lo que le hace sentir bien a una persona es muy diferente de lo que le puede hacer sentir bien a otra. Incluso uno mismo puede tener necesidades distintas dependiendo del día o de su estado de salud», explica.

«Las cifras hablan; cada vez nos cuidamos más en casa».

Jennifer Douville, directora de Formación de Rituals

EXPERIENCIA SENSORIAL

Un masaje es otra buena opción para entrar en esa espiral de autocuidado. ¿Drenante? ¿Reafirmante? Da igual, el único objetivo debería ser el disfrute puro y duro. En la Maison Sisley se encargan de que la experiencia sea completa. «Los tratamientos que se han creado son exclusivos y se caracterizan por su alto poder sensorial y de evasión.

El cliente, una vez que entra y pide uno de nuestros tratamientos, puede elegir desde la fragancia con la que se perfuma su cabina hasta la intensidad y el color de la iluminación en ella. Estos masajes se componen como una banda sonora, como una sinfonía feliz para que el cuerpo pueda descubrir nuevas sensaciones en un torbellino olfativo y sensorial que nos sumerge en un estado de bienestar profundo y duradero a nivel corporal y mental», asegura Cristina Alonso, directora de formación y promociones de Sisley.

RUINART Champagne edición limitada de magnum por Jaime Hayón (600€). TOM FORD Fragancia Signature Ombré Leather Parfum (161€/100 ml). VERA & THE BIRDS Sales de baño La vie en rose con pétalos de rosas (12€). BYREDO Exprimidor de crema de manos (275€). / d.r.

ENTREGADOS AL PLACER

¿Qué efectos tienen estos momentos de placer beauty? Según la psicóloga Violeta Alcocer, «el placer no tiene efecto, sino que es, precisamente, el efecto de experimentar situaciones o sensaciones que nuestro sistema identifica como extremadamente agradables». Lo que sí tiene efectos (y muy positivos) es dedicarse tiempo de cuidado a uno mismo, porque «nos proporciona experiencias físicas y emocionales que no podríamos tener en otros contextos y que, sin embargo, necesitamos para estar en equilibrio: distancia de los problemas, conciencia corporal, experiencias sensoriales agradables... Todo ello es necesario para una buena salud mental», aconseja.

«Cualquier acto cotidiano puede convertirse en placentero»

Violeta Alcocer, psicóloga

La teoría está clara, pero hay que llevarla a la práctica. Una buena manera de empezar el autocuidado es, simplemente, prestándole más atención a las actividades cotidianas. Como explica la psicóloga, «cualquier acto que se realice a conciencia, despacio, experimentándolo con todos los sentidos y poniendo atención se convierte con facilidad en una experiencia placentera». Desde lavarse los dientes hasta disfrutar de la ducha cada mañana o recrearse en el aroma de un buen perfume.

Y cuidado, porque nuestro hogar también puede ser origen de momentos estresantes, como las tareas domésticas, los madrugones o los niños. Por eso, como señala Jennifer Dauville, de Rituals, es importante vestirlo con aromas que creen un entorno relajado, utilizar el baño para sesiones de spa, darnos nuestra crema de manos favorita antes de acostarnos o leer un buen libro con el aroma de una vela.

«Así, la habitación y la cama pasarán a ser un lugar no solo donde dormimos, sino donde descansamos; el baño, un lugar donde revitalizar los sentidos y cargarnos de energía; incluso hacer la colada puede tomar otros tintes sensoriales si contamos con productos de limpieza con aromas diseñados para lograrlo».

Las ventas del sector también reflejan este auge del autocuidado y la búsqueda del placer. Según Val Díez, directora general de Stanpa, «el de la perfumería y la cosmética es, ante todo, un sector social y su crecimiento de un 30 % en 2021 respecto al 2020 ha demostrado que la ciudadanía ha encontrado en él un valor de bienestar seguro en plena crisis sanitaria y le ha valido para mejorar su estado de ánimo».