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Qué efectos tiene y cuánto cuesta Hydrafacial, el tratamiento facial antiedad que se hacen las famosas

Por su glow instantáneo, Hydrafacial es el tratamiento facial favorito de Jennifer Lopez o Kim Kardashian. Pruebo una de sus versiones, la que contiene péptidos antiedad para alisar las arrugas.

Hydrafacial es uno de los tratamientos faciales más demandados. / launchmetrics spotlight

María Elvira
María Elvira

Para muchas, la hora de la comida es sagrada y no faltan a su cita con el tupper o el menú del día. A mí nunca me ha importado adelantar ese momento y tomar un tentempié ligero, pensando que ya recuperaré calorías en la merienda (cuestión de costumbres, porque no seré yo quien anime a una ingesta frugal).

Así que he aprovechado el parón de 14 a 15h de un día laborable para hacerme un tratamiento facial «lunch time»: rápido, de menos de una hora, y sin más rastro en la piel que el glow y la tersura, con resultado de cero rojeces. El protocolo que he disfrutado a la hora de la comida no es otro que Hydrafacial, que se ha hecho famosísimo.

Es el facial número uno en USA y cada quince segundos se realiza uno en el mundo (en el tiempo que he masticado tres nueces alguien está recibiendo la magia «beauty»). Además, cuenta con defensoras fervientes y de perfiles tan diversos como Kate Winslet y Kim Kardashian. En España, Nieves Álvarez, Paula Echevarría y Juana Acosta también están de acuerdo sobre sus bondades.

En qué consiste Hydrafacial

No es un tratamiento ni un dispositivo porque es ambas cosas a la vez. Está basado en «boosters», pequeños tubos repletos de diferentes sérums que se introducen en la epidermis a través de la tecnología patentada Vórtex Fusion, consistente en cabezales que realizan pequeñas succiones y que producen la sensación de minichupetones en el rostro. Drenan y limpian a la vez que distribuyen el producto.

No es nada invasivo, se puede hacer en cualquier momento del año -incluido el verano- y va bien a todos los cutis. Lo más original de Hydrafacial, en mi opinión, es que se ha convertido en una especie de muñeca a la que puedes vestir con numerosos trajes: de Dior, de J. Lo, de Skinceuticals, de Omorovicza, de retinol...

Así es el cabezal de Hydrafacial. / d.r.

«Hay varios 'boosters' que se utilizan siempre, mientras que uno de ellos es personalizable y cuenta con estos partners. Existe una gama amplia para adaptarse todas las pieles», me cuenta Esther, en cuyas manos me pondré para probar Circadia Chrono-Peptide Booster, el último en incorporarse a la familia, un cóctel antiedad de péptidos «bótox-like» que promete reducir las arrugas y líneas de expresión y tensar la piel, al igual que hace la popular toxina.

Mi experiencia con Hydrafacial, la rutina antiedad de seis pasos

Para probar el tratamiento, me acerco a las oficinas que la firma americana tiene en Madrid, donde una pequeña cabina hace las veces de sala de pruebas. Vamos al grano, sin más preliminares que un ligero desmaquillado (incluso me tumbo en la camilla con la ropa puesta). Durará cuarenta minutos, y pienso que es un tiempo justo para invertir en mimos a la hora de la comida.

El primer paso es la exfoliación. Con los guantes de látex puestos, la experta, de un modo que recuerda a una investigadora bioquímica en un laboratorio, inserta en el cabezal de la máquina de Hydrafacial un primer tubo de suero. « Lleva ácido láctico y glucosamina, que son activos exfoliantes, pero también otra serie de componentes como el extracto de alga para ir calmando la piel a la vez que hacemos la exfoliación». El cabezal empieza a escupir líquido sobre mi cara, a la vez que realiza una notable exfoliación. «En ningún momento se trabaja sobre la piel seca. Siempre habrá producto con el fin de facilitar el trabajo del cabezal», puntualiza la especialista. No duele; es más, la sensación hasta resulta placentera.

Segundo paso: es el turno del peeling químico a base de ácidos glicólico y salicílico, que ayudarán a limpiar poros, puntos negros y filamentos sebáceos sobre todo en la zona «T», la más saturada de intrusos. La concentración de ácidos es baja, de un 7% y un 2% respectivamente, en comparación con los peelings médicos, que pueden llegar a un 30%. «Con estas proporciones nos aseguramos de que no habrá una reacción exagerada de la piel, como una descamación, para que puedas hacerte el tratamiento antes de un evento». Y es que el efecto flash, la mejora al instante de la calidad y la apariencia de la tez, es uno de los principales reclamos de Hydrafacial.

El paso tres consiste en extraer impurezas, como se hace en las limpiezas clásicas en centros de estética solo que sin vapor y con ayuda del cabezal. La especialista me señala la pantalla del dispositivo: «Si te fijas, en la imagen anterior la potencia de succión estaba en 16. Cuando pasamos a hacer las extracciones la pongo en 22 para una higiene profunda y realizo movimientos más lentos para que dé tiempo a limpiar. Sigue sin ser lesivo ni agresivo», tranquiliza. El sérum esta vez es de ácido salicílico, un activo que ayuda a limpiar los poros en profundidad. Se combina con extracto de miel o de pimienta, ambos con propiedades calmantes. En la nariz, moteada de pequeños puntos negros, se acentúa la succión.

Hasta aquí llegan los pasos dedicados a la limpieza, cuyo objetivo es que el «booster» protagonista, que se aplica en el paso cuatro, se absorba mejor. Es de péptidos, y su efecto antiedad se nota de inmediato gracias al matrixyl, un ingrediente que por su tensor está considerado «botox-like» (ha demostrado clínicamente que disminuye la profundidad de las arrugas entre un 31% y un 100%). La experta incide con el cabezal y sus pequeñas succiones en zonas con arrugas más marcadas, como el surco nasogeniano o la frente.

El paso cinco es algo así como hornear todo el tratamiento previo, pues consiste en hacer penetrar mejor los activos con luces LED rojas. Su longitud de onda larga les permite actuar en la dermis, la capa profunda de la piel y donde se producen el colágeno y la elastina, proteínas estructurales responsables de aportarle firmeza y elasticidad. Me tapan los ojos con algodones y unas gafas protectoras (la luz al principio es incómoda pero acabas acostumbrándote). Se dejan actuar unos diez minutos.

Y llega el paso seis, una especie de envoltorio para todo lo demás, un sérum hidratante con ácido hialurónico de bajo peso molecular, péptidos y antioxidantes encargado de nutrir la piel en conjunto. Tras este último paso es imperativo (si no me la ponen la pido) aplicar protección solar. «Durante unos días vamos a tener la piel más expuesta, ya que hemos retirado del estrato córneo las células muertas, que también hacen de capa protectora», explica la experta.

Vídeo. Las cirugías estéticas que más se practican España.

Resultados y cuánto cuesta Hydrafacial

El equivalente a la prueba del algodón se encuentra en el tarro que me muestran nada más terminar el tratamiento. Está lleno de un líquido amarillento que ha salido ¡de mi cara! Los sueros utilizados durante la sesión han ido a parar ahí en una especie de circuito cerrado. Vaya, que han entrado siendo transparentes y han virado a turbios. Sirve para hacerse una idea de la grasa, restos de maquillaje y acúmulos en los poros que taponan la piel a diario. Han desaparecido gracias a un protocolo que dedica más de la mitad de su tiempo a purificar y oxigenar.

Nunca inmediatamente después de un tratamiento me había visto la piel tan luminosa, como si llevase encima una capa de celofán transparente. Está lisa, estirada y sumamente suave al tacto. Antes de entrar, la especialista me lo había dicho: «Las pieles que más van a agradecer el tratamiento son las finas con líneas de expresión». Voilà. La mía. Noto el efecto tensor, que dura unos tres días. La zona «T», proclive a puntos negros, está menos rugosa.

¿ Frecuencia recomendada para Hydrafacial? Una sesión sería suficiente para lograr un efecto flash inmediato, mientras que tres, una al mes para acompañar el ciclo de renovación, son las idóneas para un tratamiento de choque. La sesión de Hydrafacial básico cuesta 150 euros. Cuando se le añade el «booster» personalizado, como es el caso de Circadia Chrono-Peptide, asciende a 199 euros.

A favor

• Si como yo aprovechas una hora libre para hacerte el tratamiento agradecerás la rapidez, el no tener que desnudarte ni dedicar tiempo a prolegómenos.

Efecto flash (y glow): es una de los valores a tener en cuenta, porque de cero a diez el nivel de luminosidad instantánea roza la matrícula de honor.

• Sorprende la cantidad de activos diferentes utilizados en la sesión, desde los alfa y betahidroxiácidos a los péptidos o el ácido hialurónico. La sensación es la de que siempre se tiene producto sobre el rostro.

No deja marcas y, a excepción del glow que irradiarás, nadie imaginará que has aprovechado la hora de la comida para hacerte una escapada beauty.

No resulta en absoluto molesto. Al contrario: las succiones del cabezal son agradables.

En contra

• No esperes un tratamiento en el que disfrutar de las manos «aliadas» de la esteticista porque no se realiza masaje manual. Todo lo hace el dispositivo de Hydrafacial.

Sorprende que no incluya cuello y escote (luego me explicaron que existe un tratamiento específico para estas dos zonas, así como para espalda y hasta cuero cabelludo).

• El nombre se ha hecho tan popular que parece un tratamiento genérico, cuando no es así. Asegúrate de que estás reservando Hydrafacial genuino consultando los centros que lo realizan en www.hydrafacial.es. Ahí encontrarás tu clínica más cercana.

Otros tratamientos similares

Hydrafacial es como un chute lustroso para el rostro. No es fácil encontrar un tratamiento como este, dos en uno, que limpie en profundidad y a la vez ofrezca los beneficios de un facial de lujo. La ventaja, a mi parecer, respecto a una extracción manual con vapor es que tiene unos parámetros fijados y no dependes de la destreza de la esteticista que la realiza. Es ir a lo seguro. Súmales, además, a los entre 40 y 60 € que suele costar una limpieza otros 60 € de tratamiento antiedad. Las cuentas son prácticamente las mismas.

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