Encabezando la lista de ingredientes antiedad se encuentra el retinol . Sus propiedades transformadoras y su potente eficacia lo hacen el mejor para combatir arrugas, flacidez, manchas y cualquier otro signo de envejecimiento . Regenerador celular, estimulador de colágeno , suavizador de líneas de expresión, reafirmante. No hay nada que el retinol no pueda conseguir y por eso debe ser el pilar de nuestra rutina de cuidado facial.
Sin embargo, hay muchas personas que le tienen miedo, precisamente por su poder, por desconocimiento o por pensar que tiene demasiados efectos secundarios o reglas a seguir si se emplea. Lo cierto es que la incorporación del retinol a nuestro régimen de belleza puede ser confusa, así como su aplicación, pero no hay caer en las falsas creencias y evitarlo por completo al escuchar eso de que puede ocasionar irritación. Aquí desmentimos las falsas opiniones generalizadas sobre el retinol y te damos consejos para que te resulte de lo más efectivo.
Se puede entender por qué este rumor circula. Si bien la piel que rodea la zona de los ojos es mucho más delicada y fina, esto no implica que no sea apta para el uso del retinol . De hecho, este ingrediente es magnífico para desvanecer las patas de gallo o ayudar con la flacidez del contorno, reafirmando la mirada, por lo que no hay que tener miedo en emplearlo, lo contrario, ya que las fórmulas están pensadas específicamente para ser beneficiosas en esta área. Como en el resto del rostro, intenta que esos productos contengan ingredientes hidratantes o bien, aplícalos por separado, cada dos noches y utilizando protección solar por las mañanas.
Esto, en sí, tampoco es tan descabellado, pero es necesario matizar. El retinol puede causar irritación y normalmente así es, cuando lo empezamos a usar. Cada tipo de piel es un mundo... otras experimentarán sequedad o descamación, pero sí hay una respuesta, ya que nuestro cutis tiene que desarrollar tolerancia a activos potentes. La solución es ir poco a poco, hacer un patch test en un área limitada, empezar con porcentajes bajos y espaciar su empleo en el tiempo, para después ir aumentando hasta llegar al punto en el que solo te dará beneficios. Hidratar bien después del retinol y optar por ingredientes calmantes y nutritivos es obligatorio.
Todo lo contrario. Aunque te lo pueda parecer, por el efecto que deja al eliminar todas las células muertas que estaban incrustadas en el área más externa de la tez, lo que hace el retinol es reactivar la producción de colágeno y aumentar sus niveles, lo que significa que redensifica las capas de la piel para que tengan mayor volumen, tersura y firmeza, además de una mayor resistencia y fortalecimiento de la barrera cutánea contra los radicales libres dañinos.
Similar, pero no. El retinol ayuda a la renovación celular, evitando la acumulación de células muertas, y los exfoliantes rompen sus enlaces para eliminarlas. Los retinoides desvelan un cutis más joven porque la regeneración de las células no solo implica desprenderse de aquellas muertas sino también «rellenar» líneas de expresión y arrugas por promover a la vez la creación de colágeno y elastina. No exfolia, renueva.
Al igual que el retinol, la vitamina C es un magnífico ingrediente antiedad que apoya el aumento de colágeno y disminuye la hiperpigmentación. Antes podía ocurrir que el uso de ambos activos juntos hiciese que el retinol desactivará las propiedades de la vitamina C, pero las fórmulas actuales que los combinan son más estables y aseguran ser eficaces.
Claro que, todo depende de lo sensible que sea nuestra piel y por supuesto, sí que no se recomienda mezclar a la vez los dos ingredientes en diferentes productos, aconsejándose en este caso, la vitamina C por la mañana y el retinol por la noche. Eso sí, si aún te quedan dudas con el retinol, consulta a un dermatólogo o a los farmacéuticos (expertos en dermocosmética) que más saben de este componente. ¿Lista para iniciarte con el ingrediente antiedad de moda?
20 de enero-18 de febrero
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