El ritual de belleza que sigo siempre después de un día de playa

No hay mejor sensación que ducharse y lavarse el pelo tras todo un día de playa y salir a cenar. Pero antes de disfrutar de ese momento con tu pareja o amigos, toca hacer un buen ritual de belleza. O al menos para mí es uno de mis instantes preferidos del verano.

Me encanta dedicarme un ratito después de la playa, poner el modo pausa y mimar el cabello así como la piel tras todo el día expuesta al sol. Al final, el objetivo es mantener un buen cuidado capilar , corporal y facial para que no lleguemos a septiembre arrepintiéndonos.

Tan pronto como llego a casa, me gusta tomar una ducha para eliminar los restos de sal, arena, cloro (si he ido la piscina) y cualquier otro residuo que pueda irritar la piel o el cabello. Aunque soy amante del agua caliente, en verano prefiero usar agua tibia para no resecar (aún más) la piel ni el cuero cabelludo.

Intento siempre usar geles de ducha suaves y nutritivos con aceites naturales. Mi consejo es buscar fórmulas con ingredientes hidratantes como aloe vera, glicerina o aceite de coco. Para el rostro, prefiero usar un limpiador facial suave para eliminar cualquier residuo de protector solar, arena, y sal. Es mejor optar por un limpiador que respete la barrera de la piel.

Algunos días me hago una exfoliación, pero no siempre. Los exfoliantes ayudan a eliminar las células muertas y suavizar la piel. Mis favoritos son aquellos que cuentan ingredientes naturales como azúcar o avena. Es importante no usar exfoliantes si tienes ya la piel irritada.

Mi momento favorito. Después de salir de la ducha, s iempre me gusta aplicar una loción o aceite corporal que sea profundamente hidratante. Intento buscar fórmulas que contengan ingredientes como manteca de karité, aceite de almendras, o aloe vera, que calmen y reparen la piel después de la exposición al sol.

Para el rostro, lo mismo: sérums, cremas y mascarillas que sean siempre ultra hidratantes. A veces, antes de salir, suelo usar mascarillas after sun. Son mascarillas específicas para después del sol que calman la piel y al mismo tiempo hidratan.

No hay ritual de verano sin un cuidado para el cabello. Suelo siempre lavar el pelo con un champú hidratante para eliminar los restos de sal y arena. Me gusta usar productos que no contengan sulfatos.

Recomiendo siempre usar un acondicionador o una mascarilla capilar para restaurar la hidratación y nutrir el cabello dañado por el sol y el agua salada. Dejo al menos actuar durante 5-10 minutos para obtener los mejores resultados. Si no voy a salir ese día, incluso duermo con la mascarilla puesta.