Los avances científicos en la industria de la belleza la están revolucionando a pasos agigantados. Gracias a las investigaciones, hoy es posible tratar de manera eficaz algunos problemas de la piel que más preocupan a la mayoría, como son, por ejemplo, los signos de la edad. Hace unos pocos años parecía imposible deshacerse de las arrugas y ahora, las nuevas fórmulas y procedimientos lo hacen realidad. Tal es la evolución que cada mes se lanza un tipo diferente de tratamiento, o bien, se mejoran las técnicas para obtener grandes resultados. Incluso se han comercializado aparatos domésticos que prometen lo mismo que en la clínica, respaldados por reputados facialistas y dermatólogos.
Uno de los métodos favoritos con beneficios antienjecimiento es la tecnología de la microcorriente. Se ha convertido en un elemento básico en las consultas estéticas y un imprescindible en la rutina de cuidado de las famosas ( Jennifer Aniston se ha declarado públicamente obsesa de estas máquinas antiedad). El tratamiento con microcorrientes fue creado para otros fines, pero posteriormente se descubrió que también era excelente para reafirmar. Someterse a este procedimiento es sinónimo de recuperar 10 años en la piel por su habilidad para reducir la flacidez, disminuir arrugas y líneas de expresión, crear un efecto lifting o dar mucha luminosidad.
Básicamente, consiste en el movimiento de sondas eléctricas alrededor del rostro, que transmiten una corriente a la superficie de la piel para ayudar a tonificar, levantar, reafirmar y estimular los músculos. Reaviva las células para promover la producción de ATP, molécula que reside en ellas encargada de almacenar y transportar la energía química que fomenta la creación de colágeno y elastina. Es pocas palabras, favorece la regeneración celular.
Este tratamiento utiliza tres clases de corrientes simultáneas, que se complementan para permitir la renovación y una mejor absorción de los cosméticos que usamos en la rutina facial, lo que los potencia y, en consecuencia, los hace más eficaces. Así es como se consigue ese cutis rejuvenecido, saludable y despierto. Científicamente está probado que los resultados se hacen visibles.
Estas espectaculares propiedades muchos indican que son como un lifting facial no invasivo. Insuperables en levantar la zona de cejas y mejilla o contornear el área de la mandíbula (incluyendo barbilla y papada). Ahí no acaba la cosa, porque las microcorrientes también mejoran la circulación, recuperan la elasticidad, reducen la hinchazón (sobre todo en el contorno de los ojos para librarse de las bolsas) y aumentan la capacidad de retener la hidratación. Podrás notar el cambio con una sola sesión, aunque como todos los procedimientos, los beneficios son acumulativos y se recomienda utilizarlo con asiduidad, durante un tiempo prolongado.
Apto para todo tipo de pieles, rara vez aparecen efectos secundarios, pero en tal caso, lo más recomendable es acudir al médico e incluso preguntarle antes de utilizar microcorrientes. Especialmente aquellas personas que se hayan sometido a bótox o derivados, tengan acné grave, epilepsia, marcapasos, placas metálicas o si se encuentra embarazada.
Como hemos mencionado antes, existen dispositivos de microcorrientes para el cuidado facial casero, por si tu estilo de vida no te permite acudir a una clínica o quieres usarlos para complementar estos procedimientos profesionales. Dichas herramientas consiguen un efecto similar al de experto y muchas claman que el cutis se ve mejorado al instante. Solo necesitas 5 minutos de tu tiempo. Puedes incorporarlas en tu rutina de skincare diaria, después de la limpieza y previo al uso del resto de productos, porque actuarían como bloqueadores impidiendo que la corriente penetrase en el músculo. Normalmente, se indica que su uso debe acompañarse de una crema o gel activador, formulados específicamente para conducir la corriente.
¿Te apuntas a esta moda beauty tan popular entre las famosas? Sus beneficios antiedad te dejarán atónita.
20 de enero-18 de febrero
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