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Enrique Ponce y Paloma Cuevas se divorcian tras 24 años de matrimono. Y no son los únicos a los que se les acabó un amor que creíamos irrompible: David Trueba y Ariadna Gil, Nicole Kidman y Tom Cruise, Demi Moore y Bruce Willis... Todas estas parejas acabaron separándose después de un matrimonio largo y que, al menos a ojos de sus fans, parecía feliz.
El torero y su esposa llevaban 24 años casados, tienen dos hijas y eran un ejemplo de estabilidad y armonía. Pero, al parecer, llevaban ya un par de años malos y acaban de anunciar que se divorcian de forma amistosa.
Ella era la chica salvaje de Hollywood y él, el galán inalcanzable (y casado con Jennifer Aniston, además). Pero juntos formaron un hogar al que trajeron seis chiquillos, entre biológicos y adoptados. No nos esperábamos que se divorciaran, y menos que lo hicieran con tanta hostilidad y tormenta de acusaciones mutuas.
Tom Cruise es un marido en serie, como bien pueden atestiguar su otras dos ex, Mimi Rogers y Katie Holmes. Pero con Nicole creímos que había alcanzado la estabilidad. Y además, ¡estaban tan guapos juntos! En 2011, con dos hijos adoptados cuya custodia mantuvo Cruise, se divorciaron. Nicole parecía extremadamente feliz.
El escritor llevaba 50 años, nada menos, casado con Patricia Llosa, su segunda mujer... Pero cuando se le cruzó por delante Isabel Preysler, el flechazo fue inmediato. El divorcio estuvo marcado por las disputas económicas.
Se conocieron en el rodaje de Pearl Harbour y se casaron después del de Daredevil. Tuvieron tres hijos y parecían la imagen de la felicidad. Discretamente, como siempre lo han hecho todo, anunciaron su divorcio en 2015.
En 2011, el suyo fue el divorcio más mediático del momento. El torero y la chica bien fueron la pareja preferida de la prensa del corazón durante dos décadas, y cuando dieron por terminado su matrimonio, corrieron ríos de tinta.
No fue el primer divorcio royal que vimos, pero sí el más mediático, amarillista y doloroso. Sobre todo, después de que los herederos al trono británico representaran la imagen de novios de cuento de hadas durante años.
La estrella de Lo imposible y el protagonista de Ray Donovan formaban un matrimonio sonriente y sereno. Pero en 2016 anunciaron un divorcio amistoso, enfocado a la crianza conjunta de sus dos hijos.
No sabíamos que tenían problemas, pero si su divorcio ha pasado a la historia fue por la frase con que lo definieron en 2014: desparejamiento consciente. Los dos han rehecho su vida desde entonces (ella se ha casado con el director Brad Falchuk y Martin sale con Dakota Johnson, y los cuatro salen con frecuencia juntos con los dos hijos de Paltrow y Martin.
¿Quién dijo que siempre hay un roto para un descosido? El director y la actriz parecían compartir el gusto por lo gótico, y parecieron vivir felices durante mucho tiempo en sus dos apartamentos comunicados. En 2014, sin embargo, anunciaron que se separaban.
la modelo y el cantante solo estuvieron casados siete años, pero eran tan perfectos que su divorcio nos dejó de piedra: guapísimos, coordinados, rodeados de hijos guapísimos y muy extrovertidos acerca de su intimidad (vida sexual incluida), su divorcio fue igualmente explícito... Sobre todo, cuando él le echó en cara que se acostaba “con el servicio”.
En los años 80 fueron la pareja más estable de Hollywood, pero a ellos también se les acabó la fiesta. Demi dejó a Bruce por el jovencísimo actor Ashton Kutchner, y él lo llevó con mucha dignidad y salidas en grupo. Nadie daba un duro por Demi y Ashton, pero estuvieron casados seis años.
El director de cine y la actriz: parecía un matrimonio de manual, pero bastó que Viggo Mortensen pasara por allí para que hiciera aguas. Eso sí, aplausos a Trueba por lo bien que llevó el trance: se negó a arremeter contra la madre de sus hijos o contra Mortensen, al que considera “un tipo estupendo”.