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Solo ha pasado un mes y medio desde que conocimos que Enrique Ponce y Paloma Cuevas habían puesto punto y final a un matrimonio de 24 años que se caracterizó por la discreción siempre. Pero lo cierto es que, la cantidad de informaciones sobre el torero y su nueva pareja, la joven estudiante Ana Soria, nos hacen tener una percepción distinta.
Como diferente es la exposición que está dando el torero a la relación. Puede que sea porque están viviendo los compases iniciales de un apasionado romance, pero lo cierto es que hemos visto más a Ponce en las últimas semanas en Instagram, que en cuatro o cinco años. Algo en lo que influye, de manera especial, la edad de su nueva chica y cómo esta, según comentaron en su día sus compañeros de universidad, busca ser 'influencer'.
Y como dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición (o así reza, al menos, el refranero castellano), Enrique parece estarle cogiendo gusto, también, a esas poses (léase postureo) esenciales para que los 'likes' de las publicaciones suban como la espuma.
La última muestra la tenemos en las dos fotos que ella colgaba este martes en su perfil y en las que aparecían con una bonita escena marítima de fondo, en un barco, y ellos dejándose querer por la cámara de manera 'casual'. " El mar y tú". No necesitaba más palabras Ana para describir unas instantáneas realizadas para no llevar texto.
Si a esto sumamos esa actitud 'millennial', de un hombre que el próximo 8 de diciembre cumplirá 49 años, de hacer 'unfollow' y borrar todo rastro de Paloma en sus redes, estamos en posición de afirmar que Enrique es un serio candidato a recibir un reconocimiento simbólico como el 'influencer' de este año 2020.