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El testamento de Paquirri ha traído más de una historia sobre la mesa. Una de ellas, quizás de la que más se está hablando estos días (con perdón del estado de salud de Isable Pantoja), es la de Carmina Ordóñez, el gran amor del torero (y de España). Hija de torero y mujer de torero, la socialité indiscutible de la época tuvo un vida tormentosa y un estilo pulcro que la catapultó toda su vida a llenar portadas y platós. El día de su boda, nació una it girl (y una power couple) su maxi velo y su corona con pedrería dieron el pistoletazo de salida a toda una vida icónica marcada por las americanas con hombreras, el clásico Levi's, sus estilismos mágicos en Marruecos y por otra parte, las drogas, el escándalo y el ojo público.
Puede que el de su boda sea su estilismo más icónico de todos: un vestido de cuerpo ajustado y manga larga, al que le robó el protagonismo una dieadema/corona de inspiración soviética y un velo superlativo que la conviriteron en icono, idea de su hermana Belén.
Una de las señas de identidad de la diva de España fueron los jeans, que lucía como nadie combinándolos con americanas con hombreras y mocasines, un estilismo que llevaríamos en cualquier momento hoy en día.
En los 80 no había tendencia más internacional que el denim alto. Carmina lo llevaba a todas horas, para la foto familiar con su marido Julián Contreras y su hijo, con una camiseta blanca. ¿Se escucha por el fondo it girl?
Los estampados barrocos eran también imprescindibles en la época (si has ojeado el álbum de fotos favorito de tu madre donde el despliegue de colores y prints no tiene parangón con el de Olivia Palermo, no hay duda: estamos hablando de los 80).
Incluso para anunciar el nacimiento de su hijo Julian Contreras Ordóñez, Carmina llevo un loozako: falda de cuero y camisa satinada en tono fresa.
Tampoco se escapaban de su armario las sudaderas (ejem, ejem: con ellas convivimos mucho últimamente) con abalorios para los días relajados en el campo.
¿Mood Safari? ¡Claro! Pantalón verde militar, camisa estampada y gafas de sol, un outfit en el que ganar sin arriesgar. Quien diga lo contrario miente: Carmina (y sus looks) son icónicos.
Ya en aquel entonces los culottes eran la penda estrella para los días más formales ne los que un dos piezas no era un opción.
Mini negra y una americana con botones joya, ¿puede haber un estilismo mejor?
Un total look white con una americana en gris perla, siempre pero siempre, será un opción de 10. Ayer y hoy,
Esta es sin duda una de la fotografías que más nos gustan de Carmina: jeanz alilados, camiseta blanca y Lolita de su brazo. ¡Fantasía!
Carmina tampoco se resistía a los turbantes... ¿Cómo es este en color naranja en sus vijaes a Marruecos?
Tampoco tenemos palabras para este vestido fucsia combinado con salones dorados y mangas larga con avertura en la parte delantera.
La túnica también fue una de las prendas preferidas por Carmina, sobre todo en sus viajes. ¡Todo al rojo!