Esther Doña ha vuelto a perder a un hombre especial en su vida. El pasado mes de marzo, en medio de la travesía más dura de la primera ola del coronavirus, enterraba a Carlos Falcó, su marido. Ahora, es su padre quien ha visto cómo la misma enfermedad se lo ha llevado para siempre.

José Doña moría este martes. 17 de noviembre, después de varios días ingresado en la UCI de un hospital de Málaga. Luchando contra ese virus que nos ha cambiado la vida para siempre y que ha segado millones de vidas a lo largo y ancho del mundo, con la crueldad añadida de no poder dar una despedida como nos gustaría.

A la viuda del marqués de Griñón le pillaba este fallecimiento en Málaga, puesto que, nada más conocer el delicado estado de salud de José se desplazó desde Madrid. Allí hemos podido verla, de riguroso luto y pasando el dolor junto a sus seres queridos, absolutamente devastada. Pasando por un trance similar al de hace ocho meses y casi sin haberse podido recuperar de aquel otro mazazo.

Tanto ella como sus tres hermanos, Lorena, José y María, se ha mostrado muy unidos a las puertas del tanatorio donde han recibido el calor de su círculo más íntimo y siempre respetando esas medidas restrictivas marcadas por la expansión del coronavirus en esta segunda ola.