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Dicen en Argentina que "se ha muerto dios". Y para que el mundo se haga cargo de lo que significa esta pérdida para el país, ya se asegura que el único fallecimiento que se lloró tanto como se va a llorar el de Diego Armando Maradona ha sido el de Eva Perón, Evita. Maradona se glosa ya insuperable como futbolista ( aquí, todas las incógnitas sobre su herencia), pero lo cierto es que su figura ha entrado también en la cultura pop tanto por su turbulenta vida, propia de una estrella del rock'n'roll, como por su intensa relación con el mundo de la música.
Muchísimas estrellas del pop le han dedicado canciones elogiosas: sus amigos Andrés Calamaro y Joaquín Sabina, Manu Chao en solitario y desde Mano Negra... Hasta Freddy Mercury, el cantante de Queen, quiso conocerle y lo hizo en 1981, en el estadio José Amalfitani de Buenos Aires. Sin embargo, ninguno de ellos estuvo tan cerca del Pelusa como Lucía Galán, cantante de Pimpinela.
Maradona ya era una estrella cuando conoció a una jovencísima Lucía Galán (21 años). Ambos estaban en un momento álgido de sus respectivas carreras. Ella triunfaba junto a su hermano interpretando, bajo el nombre de Pimpinela, 'Olvídame y pega la vuelta', un hit insumergible. Él se consagraba como la gran estrella argentina del Barcelona, en su debut en el fútbol europeo. Ya había conocido a la que más tarde se convertiría en su esposa y madre de doshijas, Claudia Villafañe, pero se habían distanciado. Coincidió en Barcelona con Lucía y surgió el amor. Un romance que resistió nueve meses.
"Yo creo que los dos estuvimos enamorados", ha recordado la cantante de Pimpinela. "Eramos muy chicos y ambos estábamos admirados el uno del otro. Fue una cosa muy naif", explica. Para Lucía sí fue una relación importante, la más larga que había tenido hasta la fecha. "No fue el amor de mi vida pero duró un montón de tiempo para mí, fue algo serio. Se terminó porque no había manera de mantenerlo por la distancia y la situación de cada uno. En ese momento nuestra comunicación era mucha, no existía Claudia para nada y yo iba mucho a su casa. Lo dejé porque discutíamos bastante. Hay gente a la que no le gusta que le digan no a determinadas cosas. Además, él tenía intención de volver con Claudia, casarse y armar su familia".
Algunos años después, en 1986, volvieron a encontrarse para grabar una canción, 'Amiga mía', cuyos beneficios se donaron a Unicef. Éntonces él ya se había consagrado en el Mundial de México de 1986 y era considerado el mejor futbolista del planeta. No volvieron a verse, solo coincidieron en alguna ocasión en algún hotel y se saludaron de lejos. Recientemente, Lucía Galán lamentó los problemas de salud de Maradona, muy similares a los que vivió su propio padre, también alcohólico. "Tuve la suerte de conocer al Diego sano, alegre, divertido y familiar. Me da añoranza ese Diego y me da mucha pena por sus hijas, por sus hijos y por Claudia, que es la mujer con la que compartió muchísimos momentos buenos y malos", reconoció este mes al conocer su enfermedad. "Me da mucha tristeza porque es alguien que tuve la posibilidad de conocer y al que le tengo afecto y admiración".