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Confesémoslo: ahora que hemos visto la obsesión de Josie con las capas, las coronas y el sexy antiguo, todos los estilismos de las campanadas de Cristina Pedroche cobran sentido. De repente, entendemos por qué no terminábamos de encajar a una fan del deporte, el culto al cuerpo y el Rayo Vallecano con sofisticaciones milimétricamente estudiadas. Desde su primera aparición en las campanadas 2014, a Pedroche le ha faltado fondo regio, rancio y decadente para lucir la estrella que Josie tiene en mente: su longitud de onda es, más bien, la naturalidad de la vecina sexy del barrio. Por eso, desde ya visualizamos los míticos looks de la presentadora en el cuerpo de la estrella de 'MasterChef', una fantasía que este año hubiera merecido hacerse realidad. Cuando esta noche conectemos durante 20 segundos para fiscalizar el vestido de marras, no veremos a Pedroche. Veremos a Josie.
A ver: no somos nada originales en esta apreciación. Las brillantes mentes de la productora de 'MasterChef Celebrity' se han adelantado a nuestros deseos y han puesto en marcha un mini programa express llamado 'Navidades Rasé'' en el que podemos disfrutar de la visión que Josie tiene de las Navidades, con grandes modelazos e invitados de por medio. Se puede ver en el website de Televisión Española y no tiene desperdicio.
De verdad: merece muchísimo la pena contemplar la interpretación que Josie hace del estereotipo de la gran señora rica de-toda-la-vida, con todos sus tics 'beauty', sus enormes lazos y capas y su obsesión narcisa. La ridiculez de sus poses y obsesiones brillan con todo su esplendor porque las vemos encarnadas en un hombre, pero no están tan lejos de las poses y obsesiones de muchas de nuestras influencers estrella. Propósito para 2021: cortar con el culto a Instagram y tomárnoslo con todo el sentido del humor.
Lo que sesudos libros de feminismo explican farragosamente en páginas y páginas de teoría, Josie lo fulmina en segundos: lo femenino y lo masculino no existen, son un personaje que puedes elegir, o no. El suyo está construido sobre el estereotipo de cierta feminidad pija, una mezcla entre Isabel Preysler y Nati Abascal, con las obsesiones estéticas del siglo XXI y el 'background' cultural de una 'grupie' de los iconos del siglo XX. Una extravagancia de cara al gran público que no resulta para nada extraña en el mundo de la creación, refugio de muchos artistas que también se emboscaron, más o menos conscientemente, en un personaje.
Al contemplar a Josie resulta inevitable acordarse de otros personajes extravagantes con muchísimo talento: de Quentin Crisp a Boris Izaguirre. Por suerte para los espectadores, 'MasterChef Celebrity' pudo mostrar un poco de la persona detrás del personaje y pudimos contemplar también un poco de José Fernández-Pacheco, hijo de familia adinerada de Ciudad Real y estilista de moda, indudablemente amante del lujo y el esplendor antiguo, pero también compañero solidario, trabajador perfeccionista y cultivadísimo ser. Aunque en el futuro veamos, sobre todo, a Josie, fue José Fernández-Pacheco el que se llevó el bronce de 'MasterChef'.
Una última prueba de que Josie encarna, mucho más que Cristina Pedroche, el espíritu de la Navidad. Sucedió en 'MasterChef Junior', donde Josie acudió como invitado. Le tocó formar pareja con Henar, una pizpireta niña de 10 años a la que un compañero llamó fea programas atrás. Josie quiso subir la autoestima de Henar y le confesó lo siguiente: "Me fascina tu rostro, estoy emocionado porque me recuerda muchísimo a Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses. Fue una granadina que se casó con Napoleón III. Fue una época increíble, sobre todo en la moda se inventaron un montón de cosas del lujo francés y ella lo incentivó mucho", le explicó a la pequeña concursante.
Por supuestísimo, la fotografía de Henar convertida en Eugenia de Montijo se convirtió en viral inmediatamente. De hecho, muchos tuiteros comentaron con toda la razón del mundo que Henar y Josie tendrían que presentar las campanadas 2020. Nosotras suscribimos la idea. Recurrir un año más a la expectativa de un cuerpo joven y sexy semidesnudo no parece muy siglo XXI, sino más bien una actualización de aquel '¡que vienen las suecas!" que popularizó el destape postfranquista. No somos tan primitivos y obvios como para convertir en atracción de feria televisiva un cuerpo femenino. ¿O sí?