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La foto (postparto) de Sara Sálamo, sin filtros ni maquillaje

Hace unos años nos parecía impensable, pero hoy es una tendencia al alza en redes sociales. Famosas y celebrities nos muestran, cada vez con más frecuencia, qué se esconde detrás del maquillaje y los focos. ¿La respuesta? Mujeres reales, como Sara Sálamo.

Creemos que son perfectas. Y efectivamente lo son (cada una a su manera). Sin embargo, si tratáramos de definir cuál es esa “perfección” que nuestras famosas y celebrities atesoran, ¿no creéis que unas y otras pondríamos el foco en algo distinto? Y es que se puede ser un pibón con cualquier talla, e incluso presumir de “heridas de guerra”, como estrías o marcas de esas que tienen historia. Pero a veces se nos olvida mirarnos a nosotras mismas con tanto cariño y admiración como miramos las cuentas de otras mujeres en Instagram. Por eso aplaudimos el mensaje que, hace solo unas semanas, lanzó Dafne Fernández, poco después de dar a luz: “No me siento bella, pero me siento orgullosa de mi cuerpo”. ¡Brava!

¿Cuántas de nosotras -y cuántas veces- no nos hemos sentido orgullosas de nuestro cuerpo? ¿Y hasta qué punto se ha llegado a confundir la recuperación postparto con una recuperación de la silueta, pretendiendo que luzca como si nada hubiera pasado ahí, como si traer al mundo a un ser humano no tuviera ningún tipo de consecuencias y no dejara rastro? Por eso, son muchas mujeres las que encuentran cierto consuelo y comprensión en publicaciones como esta, en la que la actriz Sara Sálamo se muestra sin filtro ni maquillaje, porque, según dice, no hay ninguno que “disimule mi careto pandémico, postparto, postFiloménico, postmenudomundoloco. Así que lo publico tal cual”.

Hace poco, ella misma desveló que “el postparto es durísimo. No es elegante, ni glamuroso. Sangramos, lloramos y nos sentimos superadas”. Sin embargo, y a pesar del dolor, del cansancio y la revolución que supone para el cuerpo, sonríe. Con ojeras, sin maquillaje y sin filtros, sonríe. Y parece feliz. Parece perfecta. Y en efecto (y a pesar de todas sus imperfecciones), lo es.