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Apareció en nuestras vidas cantando y bailando para Disney pero se ha reciclado en actriz de prestigio mejor que nadie y en un tiempo récord. ¿Cuál es el secreto del éxito de Zendaya? La actriz sabe lo que le debe a Disney y no duda en desfilar en la gala del MET 2019 con un impresionante vestido de Cenicienta en homenaje, pero también ha sabido madurar como nadie y llamar nuestra atención. En realidad, sus pasos para llegar a la posición de poder que ostenta en este momento han sido muchos, pero aquí resumimos las claves que han llevado a Zendaya triunfar. Estamos deseando ver cuál será su siguiente movimiento.
Zendaya lleva en la industria del espectáculo desde que cumplió los 13 años. Debutó en 2010 en Disney Channel, pero tomando nota de cómo es la vida y la carrera de una estrella infantil femenina tras pasar por la industria de Mickey Mouse (¿alguien se acuerda de Vanessa Hudgens?).
Zendaya siempre supo desde el primer día que para el público Disney ella representaba una versión afroamericana descafeinada, esa que el público era capaz de admitir, pero siguió trabajando para que su imagen pública fuera perfecta y aprovechar su oportunidad.
La oportunidad apareció en forma de serie propia, de la que exigió ser productora y en la que incluyó a actores negros. Además, si querían contar con ella el personaje principal debía saber una chica que supiera artes marciales, tuviera pocas habilidades sociales y destacara por su inteligencia. Su argumento con 16 años para convencer a Disney de todos estos puntos fue tan sencillo como feminista: hay más cosas que una chica puede hacer que ser mona, cantar y bailar.
Cuando todavía no estaba en el radar de los adultos Zendaya usó un truco para destacar: el de llevar atuendos que ya habían sido usados por megaestrellas como Beyoncé. Eso la convirtió en una asidua de publicaciones de un público más mayor que el que veía su programa porque fue una de las fijas de la sección “¿quién lo lleva mejor?”. Le daba igual quién lo llevara mejor, ella lo que quería es que los mayores se quedaran con su cara.
Que su rostro fuera conocido en círculos más adultos le sirvió para conseguir lo que realmente deseaba: un papel capaz de reducir a cenizas con su pasado Disney. Lo consiguió gracias a las serie Euphoria de HBO. Su interpretación de adolescente torturada y drogadicta le sirvió para presentarse al mundo como una gran actriz (ganó el Emmy con 24 años) y abrir el debate sobre los temas que le interesaban: los derechos de la comunidad LGTBIQ, el racismo, la depresión, el consentimiento...
Con 19 años desfiló por la alfombra roja de los Oscar y una comentarista hizo un comentario despectivo sobre su pelo y su peinado rasta. Twitter ardió en defensa de la joven, pero Zendaya no necesita a nadie que la defienda. Zendaya se defiende sola y en Instagram.
“Hay una fina línea entre ser gracioso y ser irrespetuoso -escribió al día siguiente para sus 80 millones de seguidores entre otras frases-.Ya hay duras críticas al cabello afroamericano en la sociedad sin la ayuda de personas ignorantes que eligen juzgar a los demás en función del rizo de su cabello”. La periodista se disculpó y Mattel hizo una Barbie Zendaya con rastas.
Malcolm & Marie, su última experiencia Netflix, es un film filmado en plena crisis de coronavirus en el que Zendaya y John David Washignton hacen de pareja con problemas. La h istoria intimista rodada en blanco y negro ha provocado emociones encontradas en la crítica que solo se pone de acuerdo en una cosa: Zendaya lo borda. Pero lo más destacable es que los haters se han dedicado a resaltar en redes sociales un detalle que “delata la doble moral de la actriz”: la diferencia de edad entre los protagonistas.
Zendaya tiene 24 años y John David Washington 36. Los comentarios sobre “ si tan feminista eres por qué perpetuas este modelo de pareja” no han tardado en parecer en redes sociales. Y Zendaya ha respondido con educación y un argumento contundente es una mujer adulta, ya no es una chica Disney.
Lo ha hecho en una entrevista en un programa de televisión afirmando “la gente suele olvidarlo, lo que es comprensible porque llevo haciendo de chica de 16 años desde que tenía 16 años, pero ya soy mayor. Sabía que a medida que creciera y evolucionara llegaría este momento en el que podría interpretar a alguien de mi edad”. Zendaya ya ha crecido y tiene demasiadas tablas en la industria del espectáculo como para caer en vuestras trampas, haters.