Así iba a ser la boda gay aristocrática de María Juncadella Hohenlohe y Carlota Redón (cancelada de momento) en la villa más polémica de Ibiza

Ahora tendremos que esperar a la boda de Marco Juncadella y Lucía Bárcena para ver a un Hohenlohe en el altar... pero por mucho que nos atraiga la unión de la influencer y el aristócrata, lod e María Juncadella era mejor. Aunque la aristócrata española pionera en bodas gays fue la duquesa roja de Medina Sidonia, Luisa Isabel Álvarez de Toledo, considerábamos el enlace entre María Juncadella Hohenlohe y Carlota Redón como la primera boda gay disfrutable para los fans de la crónica social.

El enlace lo reunía todo: dos jóvenes guapas y estilosas con un porvenir brillante y años de felicidad juntas por delante, un listado de invitados impecable y una ceremonia ibicenca. En definitiva, circunstancias muy distintas a las que se encontraron los 12 testigos la boda de la duquesa de Medina Sidonia que pronunció el «sí quiero» horas antes de dejar viuda a su recién estrenada esposa. Pero debe ser que las uniones aristocráticas gays están gafadas en España, porque la boda de María Juncadella Hohenlohe y Carlota Redón se ha anulado (o por lo menos aplazado sin fecha a la vista) por culpa del coronavirus y las restricciones que impone a nuestra vida social. ¿Cómo iba a ser el inminente enlace Hohenlohe? Te lo contamos todo.

Con un grupito de amigos muy reducido y en un espectacular cortijo del siglo XIX con vistas a la sierra de Ronda y Grazalema, el pasado mes de abril la pareja festejó vestida de amarillo que en breve abandonan la soltería. El lugar escogido para celebrar su próxima vida como mujeres casadas fue una finca destinada al oleoturismo llamada La Organic. Allí la pareja y sus amigos, entre los que se encuentran Mónica Ugalde, la ex del hijo menor de Naty abascal, Luis Medina, se lo pasaron fenomenal celebrando, bailando y disfrutando de las vistas.

Entre el viaje a México anterior y la reunión de amigos en Ronda podemos dar por supuesto que la pareja ya estaba más que preparada para darse el sí quiero y finiquitar la soltería. La boda que uniría a las dos mujeres tenía como fecha el próximo día 5 de junio en una villa ibicenca llamada Casa Rocío, una vivienda tan lujosa como histórica en la isla.

Casa Rocío es famosa en Ibiza tanto por las quejas por ruido de los vecinos cuando sus inquilinos hacen una fiesta a deshoras como por ser una de las múltiples propiedades de lujo que la promotora inmobiliaria Francisca Sánchez Ordóñez tiene en la isla. Francisca Sánchez además posee fama propia porque es la promotora que fue condenada a dos años de cárcel por delito fiscal (pena que cumplió entre Ibiza y Málaga) y cuyas villas ibicencas lo mismo alojan a celebridades como Justin Bieber como que se amplían o construyen sin licencia y con mano de obra sin papeles.

Sobre cómo han descubierto la pareja Casa Rocío, podemos conjeturar que quizá la familia Aznar ha tenido algo que ver en su decisión. El ex presidente del gobierno, José María Aznar y su familia ha pasado algún verano alojado en esta villa que cuenta con 13 suites, piscina climatizada, jardín y zona chill out. Y no olvidemos que María Juncadella es íntima de Alonso Aznar, el hijo menor de José María Aznar y Ana Botella.

La ceremonia civil que hubiera unido en matrimonio a María Jucandella Hohenlohe y Carlota Redón estba planeada para mediodía y todo, desde el intercambio de anillos al almuerzo y la fiesta posterior, se hubiera realizado al aire libre en los jardines de Casa Rocío. Las invitaciones con planos detallados de cómo y cuándo llegar a la villa ya estaban en manos de los invitados entre los que creíamos que se encontraban la menor de Bertín Osborne, Claudia Osborne; Álvaro Falcó (el futuro marqués de Cubas) y el siguiente de los Hohenlohe en pasar por el altar: el hermano de María, Marco Jucandella, que en julio se casa (si todo va bien) con la influencer Lucía Bárcena, aunque este enlace contaría con las vistas de Sa Caleta sino con las del pazo de Oca de los Medinaceli en Galicia.