Por qué los padres de Romina Power se empeñaron en que no se casara con Al Bano

Han pasado más de diez años desde la última vez que cantaron juntos en nuestro país, Al Bano y Romina Power. Una década después, la pareja regresa a España con sendos conciertos en Madrid (25 de mayo) y Barcelona (7 de julio) en los que volverán a recordar los grandes éxitos de uno de los dúos más icónicos de la música italiana de todos los tiempos.

Ahora tan solo pareja profesional desde su regreso a los escenarios en 2013, Al Bano y Romina Power fueron superestrellas de la música romántica en los años 70 y 80, representaron a Italia en Eurovisión y vendieron millones de discos en todo el mundo. Su ruptura sentimental en 1999 puso fin a las actuaciones a dúo de esta pareja, que durante treinta años expresó sus sentimientos amorosos cantando por todo el mundo.

El italiano y la estadounidense tuvieron cuatro hijos: Yari Marco (1973), Cristel (1985), Romina Jr. Jolanda (1987) y su primogénita, Ylenia (1970), que desapareció misteriosamente. La joven se esfumó sin dejar rastro en Nueva Orleans la víspera del Año Nuevo de 1994. Rendido por fin tras años de búsqueda inútil, su padre pidió que la declarasen muerta en 2013. En 2023, en una entrevista en el Corriere Della Sera, desvelaba que al fin sabía qué había pasado con la joven: se había ahogado en aguas del río Misisipí. Ahora, más de treinta años después de su divorcio, el cantante de Cellino San Marco y la hija de Tyrone Power y Linda Christian, siguen dando mucho que hablar

La de Al Bano y Romina fue la historia de amor que hizo soñar a Italia. Ambos se conocieron en un plató en 1967. Para entonces el cantante ya había obtenido un gran éxito con la canción Nel sole y se disponía a rodar una película con el mismo nombre para aprovechar el tirón. Ella era una jovencísima actriz de 16 años. El argumento no era muy original: el camarero Carlo Carrera se enamora, correspondido, de Lorena Vivaldi, una chica de buena familia, pero sus respectivas familias se oponen a su unión.

En un extraño giro del destino, Nel sole representaba en ese momento lo que ocurría en la realidad: Al Bano y Romina se habían enamorado, contra todo y contra todos. Fue la sencillez de Romina la que conquistó al artista italiano. «Era guapa, sí, pero la belleza debe combinarse con algo más. Me enamoré de ella viéndola tejer, escribir, ser distante», dijo sobre su ex en una ocasión. Los padres de ambos, especialmente Linda Christian, manifestaron su oposición a la relación, sobre todo por la juventud de ella, pero también por el origen humilde de su futuro yerno, nueve años mayor que su novia. Ella venía del glamour de Hollywood y él, de la rural Italia del sur.

Más tarde se vieron obligados a ceder, entre otras cosas, porque Romina Power estaba ya embarazada para entonces. Pero lo hicieron a regañadientes, como demostró la actriz norteamericana a su llegada a Puglia con su rotunda declaración ante los medios: «Mi hija ha querido que también yo estuviese presente en la boda, y una vez más, ahogando mi orgullo de madre, he querido darle esta satisfacción. Al Bano no me ha pedido nunca su mano: tal vez en Italia esto no se estile ya. Mi hija hubiera tenido que esperar para casarse. Es todavía una niña«.

Romina no guarda un recuerdo especialmente bonito de aquel día, bajo un bochorno de 45 grados. «Mi boda fue un desastre», confesó en una entrevista televisiva de 2016. «Tenía 18 años, estaba embarazada, era verano, hacía un calor bestial. Parecía una monja con aquel vestido». Pero superado aquel momento, pronto se convertirían en ídolos para sus compatriotas. La pareja inició una afortunada asociación artística, desde su participación en el festival de Eurovisión 1976 hasta su victoria en Sanremo en 1984 con el tema Ci sarà.

«Nadie puede imaginar lo felices que hemos sido durante veintiséis años», declararía Al Bano a la prensa en 1996. Pero lo cierto es que la relación entre él y Romina ya llevaba unos años en crisis antes de la trágica desaparición de Ylenia, una pérdida que dio el golpe de gracia a su matrimonio.

En los años siguientes a su separación, Power se fue distanciando poco a poco de los escenarios y regresó a Estados Unidos para dedicarse a la pintura y a cuidar de su madre enferma. El cantante, en cambio, trató de recuperar cierta serenidad gracias a la música y a la periodista Loredana Lecciso . Con ella tuvo dos hijos más, pero se separaron definitivamente en 2018. La artista, por su parte, comparte su vida desde 2016 con el productor Brian Sweeney.