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Cientos de personas se agolpan, móviles en mano, frente al número 132 de Las Ramblas de Barcelona. “¿Quién viene?”, “¿por qué hay tanta cámara aquí?” preguntan algunas despistadas. Unos minutos después de las 21:00 se disipan las dudas: es Kendall Jenner la responsable de este alboroto. Un despliegue más habitual de una estrella del pop que de una modelo (a excepción de Kate Moss) que no ha pillado por sorpresa a Mango. La firma de moda ha tenido buen ojo al escogerla como imagen de su nueva campaña, ‘Tribal Spirit’, cuya presentación oficial ante los medios la ha traído de visita a nuestro país.
De la furgoneta con cristales tintados que la ha recogido en su hotel ha logrado, entre empujones, entrar en la flagship store de Mango. Los gritos de “Kendaaaaaall, Kendaaaaall” que lanzaban los fans han hecho que su ídolo dejara casi plantados a los fotógrafos para irse a hacer “selfies” con ellos. Pero no, la top ha vuelto a someterse a los flashes en lo que ha sido un visto y no visto. Lo justo para poder verla mostrar su mejor sonrisa enfundada en una falda de flecos y un top (por supuesto de la línea más salvaje de la marca).
Después, tras una breve charla con unos privilegiados en la que ha confesado, entre otras cosas, estar emocionada con su faceta de diseñadora y que sus iconos de estilo son sus hermanas; la mujer de los 47 millones y medio de seguidores en Instagram ha desfilado hacia la zona VIP de la fiesta donde ha estado unos minutos. Un tiempo breve en el que Andrés Velencoso, ha tenido la suerte de estar con Jenner. Prueba de ello, la imagen que ella misma ha colgado en su perfil de la red social y que ya acumula más de 707.000 likes… y subiendo.
Porque al menos una conclusión puede sacarse de esta visita express de Kendall Jenner es que, pese a su curriculum, su carrera no ha hecho más que despegar.