Grammy 2016: lo mejor y lo peor de la alfombra roja

La 58º edición de los Grammy coronó de nuevo a Taylor Swift como gran triunfadora de la gala. La cantante se hizo con tres de los premios, entre ellos el de mejor álbum del año por '1989', además de coronarse una vez más como reina de la alfombra roja. Esta vez no por su elegancia sino por su descaro al atreverse con un dos piezas de Versace que no pasaba desapercibido.

Otro de los nombres más sonados de la ceremonia fue el de Lady Gaga gracias a su particular homenaje a David Bowie. Y no solo porque la cantante subió al escenario a cantar una decena de temas del desaparecido artista, sino que aterrizó en el Staples Center de Los Ángeles con un look Glam obra de Marc Jacobs que era toda una declaración de intenciones.

La que no tuvo su mejor noche fue Adele. Ni el vestido de Givenchy ni el peinado extra liso sacaban lo mejor de la británica, que se fue con las manos vacías y ofreció una criticada actuación con problemas de sonido que recibió duras críticas vía Twitter.

Frente al glamour de los Oscar o la fastuosidad de la Gala del MET, si por algo se caracteriza la alfombra roja de los Grammy es por ser siempre la más sexy. Las grandes aberturas, los escotes de vértigo y los finos tirantes se han convertido en patrón infalible de la misma, y así ha vuelto a quedar demostrado gracias a looks como los de Selena Gomez, de Calvin Klein; Alessandra Ambrosio, de Versace; o Ciara, de Alexandre Vauthier.

Tan solo Kaley Couco y Zendaya se animaron con los pantalones para acudir a la fiesta de la música. La primera, con un mono brillante de Naeem Khan, y la segunda con traje de estilo masculino firmado por Dsquared2.

Y aunque no pudimos verla sobre la red carpet, terminamos el repaso de estilismos con el vestido de novia de Beyoncé. La diva optó por un modelo de encaje perteneciente a la colección nupcial de Inbal Dror's para entregar el premio final al mejor álbum del año.