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La alfombra roja de los Oscar debería ser el cúlmen de la elegancia y el glamour. De hecho, repasando los vestidos más bonitos de los últimos años hemos sentido un auténtico síndrome de Stendhal 'fashionista'. Eso sí, no podemos olvidar los grandes crímenes contra el buen gusto que se han cometido todos estos años en la 'red carpet' del Dolby Theatre de Los Ángeles... Estos son, sin duda, los peores looks de la historia de los Oscar.
¿Por qué tienen esa afición las celebrities por hacerse su propio vestido para un día tan especial? Demi Moore quiso ser diseñadora por un día, y apareció como un esperpento en 1989.
Sin duda, este look de la cantante islandea pasará a la historia de los horrores de los Oscar. El vestido-cisne lo diseñó Marjan Pejoski, y el bolso-huevo, Matthew Barney.
En 1988 la cantante recogió su Oscar de esta guisa. El look lo firmaba Bob Mackie.
La actriz apostó por un look 'vamp' de Versace de lo más siniestro para recoger en 2000 su Oscar por 'Inocencia interrumpida'
En 2009 la cantante eligió este desacertado vestido-cortina de House of Dereon.
La actriz se ganó a pulso el título de 'peor vestida' de los Oscar 2015
Es extraño verla en este tipo de listas, pero esta vez lo hace por duplicado. En 2006 eligió este desafortunado Dior.
Otra vez ella, y otra vez Dior. Era el año 2010.
La cantante iba a interpretar en la gala el tema 'Over the rainbow', y le pareció una buena idea encargarle a Versace un vestido-arcoiris. ¡Error!
Corría el año 1992 y 'Thelma y Louise' fue un fenómeno. Pero su protagonista no acertó ni un poco con este inclasificable diseño de Ruth Meyers y Bill Hargate.
Ella siempre es, digamos, original, pero es que lo del año 2011 con este look de Coleen Atwood es difícil de definir.
Estamos más acostumbradas a verla en la lista de las mejor vestidas, pero la actriz se equivocó en 2003 con este diseño de inspiración bailarina de Dior.
En 2011 la actriz cometió el mismo error que Beyoncé y se plantó un cortinón de palacio. Su vestido lo firmaba Alexander McQueen.
La actriz recogió su premio en 1989 con este cursi vestido de Armani. Las medias blanquecinas y esos zapatos no ayudan a mejorar el look.
Hubo un tiempo en el que la que ahora es una de las actrices más elegantes no acertaba con sus looks. Como prueba, el estilismo de Stella McCartney que eligió en 2001.
Antes de que Gucci pusiera de moda el 'color block', la actriz desafió al refrán de "rosa y rojo, patada en el ojo", y se presentó con esta combinación de Pepto Bismol en los Oscar de 1996.
Otra que, como Demi Moore, quiso hacerse su propio vestido, y claro, se presentó de esta guisa en 1990.
Presuntuoso este vestido hecho con tarjetas oro de American Express, ¿no? Fue en 1995.
Nuestra actriz ha lucido el mejor diseño de la historia de los Oscar (aquel rosa empolvado inolvidable de Versace en 2007), y también uno de los peores: este diseño de L'Wren en 2011.
La actriz fue una de las peor vestidas de 2004 con este vestido tan poco favorecedor de Alberta Ferretti.
Dolce&Gabbana firmaba este desacertado modelo que lució la actriz para recoger su premio en 1996.
Como si de una tirolesa versión 'red carpet' se tratara, la actriz falló con este modelo de Lacroix en 2004.
Volantes, volantes, y más volantes en este diseño de MArchesa que lució la actriz en 2010.
En 2002 Cameron Díaz decidió que quería ir informal, y se decantó por este poco acertado diseño, que no le favorecía lo más mínimo, firmado por Emmanuel Ungaro.