Por qué Zendaya es la nueva Taylor Swift

Poco o nada tiene que ver con Taylor Swift pero muchos ya la comparan con ella. Quizá sea por su proyección imparable, por su solicitada presencia en alfombras rojas y 'front rows' de desfiles o porque sus canciones no dejan de escalar puestos en las listas de éxitos. Y eso que Zendaya no llega aún a los más de 70 millones de seguidores que su amiga acumula en Instagram ni factura los 80 millones de dólares que le atribuye Forbes a la pareja de Calvin Harris. Pero, démosla tiempo.

Lo que sí tiene ya es un puesto en la lista de los jóvenes más influyentes del mundo que anualmente realiza la revista Time, además de un jugoso contrato con la firma cosmética CoverGirl, su propia colección de zapatos, una Barbie inspirada en ella y hasta un libro para adolescentes titulado ' Between U and Me: How to Rock Your Tween Years with Style and Confidence' (algo así como "Entre tú y yo, cómo triunfar en la veintena con estilo y seguridad en ti misma"). Un éxito que seguro no pilló por sorpresa al agente que la descubrió, el mismo que vio un filón años atrás en Miley Cyrus cuando la convirtió en Hannah Montana.

Y es que con Miley sí que comparte un pasado: sus inicios como chica Disney. La serie 'Shake it up' puso su nombre en boca de productores musicales, a los que enseguida encandiló para grabar su primer disco. Después vendrían las giras de conciertos, su participación en programas de televisión como el famoso ' Dancing with the Stars' (la versión americana de 'Mira quién baila') y hasta su paso por la gran pantalla. Una frenética trayectoria en solo 5 años que a esta californiana le ha funcionado incluso para ser situada en el mapa de la moda.

Su estilo es puramente camaleónico y así lo demuestra cada vez que pisa una alfombra roja. A los diseños de Marchesa, Gucci, Fausto Puglisi, Louis Vuitton, Chloé, Vivienne Westwood o de DKNY siempre va unido un sorprendente cambio de look, y muy pocas son las veces en las que no logra colarse en las selecciones de las mejor vestidas.

Porque lo que está claro es que sus apariciones no pasan desapercibidas. Prueba de ello fue la polémica despertada con su estilismo en la entrega de los premios Oscar en 2015, cuando la periodista Giuliana Rancic fue despedida de un programa de televisión tras un desafortunado comentario sobre las rastas lucidas por Zendaya.

Y si a una actitud atractiva, una belleza exótica y una personalidad madura para su edad le unimos un nombre insólito (significa "dar gracias" en Shona, una lengua bantú nativa de Zimbaue), el cóctel del triunfo está servido.