Hubo un tiempo en el que el glamour de la alfombra roja era un concepto inseparable del mundo del cine. Hollywood era la meca de la elegancia, y sus actrices, sobre todo en la época dorada, el adalid del estilo y el buen gusto en el vestir. Y toda aquella pompa se trasladaba puntualmente a la Costa Azul con motivo del Festival de Cannes, y la Vieja Europa respiraba ese 'no sé qué' del matrimonio perfecto que formaban al otro lado del charco moda y cine.

Sin embargo, en la era de las redes sociales, en la que el número de seguidores en Instagram pesa más que los Oscar conseguidos y un 'tuit' vale sus 'likes' en oro(y unos cuantos miles de euros), las reglas del juego en la 'red carpet' han cambiado. Las 'influencers' ahora son súper modelos, y por eso, son ellas las que brillan con más fuerza que cualquier estrella del celuloide en la alfombra roja.

Sus medidas perfectas, sus piernas de infarto, sus escotes de vértigo, sus estudiadas poses ante los fotografos, su paseo triunfal por las escaleras del Hotel Martínez... Con estos ingredientes, no hay alfombra roja que se les resista, no hay organizador de eventos que no quieran tenerlas en su lista VIP, y por supuesto, todas las firmas quieren vestirlas como si de un desfile en la mejor 'fashion week' se tratara.

Con todo esto, las supermodelos se han convertido en las auténticas 'reinas de Cannes'. Y es que ahora mismo, la repercusión mediática y social de Kendall Jenner, Karlie Kloss, las hermanas Bella y Gigi Hadid, de Alessandra Ambrossio, Rosie Huntington Whiteley, Irina Shayk o la mismísima Kate Moss no tiene parangón, y su mera presencia es sinónimo de éxito, independientemente de quién se lleve la Palma de Oro el próximo 22 de mayo.