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Emilia Clarke apostó todas sus cartas de estilo al rosa millennial, un color a priori acertado para una boda en verano (vale, era en Escocia, no sabemos si cuenta como verano), pero ni por esas acertó con su look 'suma años'...
Nos encantan los 'slingback' de Dior que se calzó la actriz, y el conjunto de vestido midi perforado y abrigo de entretiempo (casi) a juego por el que apostó Emilia Clarke podía gustarnos más o menos, pero digamos que era un look 'de boda'. Look de boda de señora de provincias de 50 años, pero look de boda al fin y al cabo. El gran problema vino con algunos detalles que arruinaron por completo el estilismo. Por un lado, el maxi bolso de mano blanco era completamente inadecuado para un evento así, y la elección 'beauty' de Emilia no tuvo ningún sentido: una cosa es apostar por el efecto natural, y otra que parece que vas a comprar el pan un domingo por la mañana...
A ver cómo lo decimos sin que suene mal... ¡en qué estaban pensando cuando eligieron semejantes estilismos! El mono de Maisie Williams, con esas sandalias de charol, ese necer de playa a modo de clutch y esa coleta de 'acabo de salir de la ducha' ya nos parece un despropósito, pero... ¿y Sophie Turner? Aún no sabemos si salió de fiesta la noche anterior y no le dio tiempo a cambiarse antes de ir a ¡una boda con la mitad de la nobleza escocesa en un castillo del siglo XII!
Está de moda ir a juego con tu mejor amiga, y nos parece un guiño divertido en una boda, pero ¿a quién se le ocurre elegir el look que eligió Sophie Turner? La actriz se plantó una americana roja cortísima a modo de vestido, se calzó las botas 'over the knee' de Vuitton (la misma marca que firma el bolso ¡cruzado! que llevaba) y se sujetó la melena con unas gafas de sol. Vamos, que hizo pleno... de todo lo que no se puede hacer a la hora de vestirte para una boda.
Digamos que el look de Malin Akerman es lo menos malo que vimos en cuanto a looks se refiere, en la boda de Kit Harington y Leslie Rose. Su vestido de satén verde musgo nos gusta, no queda del todo mal con ese abrigo tres cuartos de entretiempo (quizá demasiado invernal), pero los botines 'kitten heel' en dorado nos chirrían bastante.
Leslie Rose y Kit Harington no podían estar más radiantes después de darse el 'sí, quiero' en el castillo de la familia de la actriz en Escocia. La novia apostó por un diseño romántico de Elie Saab que combinó con corona de flores y un look beauty muy natural, mientras que el novio se decantó por un chaqué clásico, dos apuestas muy sobrias (y adecuadas) que contrastan, sin duda, con los desacertados looks de sus invitadas.