Ana Terradillos cumple 50 años: reportera en la guerra de Irak, una familia muy pequeña y un novio galerista

Cuando Ana Terradillos empezó a trabajar en Cope de San Sebastián y después en Onda Cero en Madrid posiblemente tenía muchas metas que anhelaba cumplir que igual parecían difíciles. Sin embargo, su extensa carrera le ha dado enormes satisfacciones por la diversidad de trabajos que ha desempeñado y que le han llevado a ser una de las figuras de referencia en Telecinco al ponerse al frente de La mirada crítica.

Ana Terradillos cumple 50 años este 1 de octubre en un momento televisivo fascinante, en el que las audiencias están más fragmentadas que nunca y un pequeño número de espectadores puede suponer el liderato o perder posiciones. Sea como fuere, estar al filo de la actualidad y de la política (que esta semana ha dado mucho que contar con la investidura fallida de Feijóo) es algo que le encaja como anillo al dedo, aunque ya ha estado al frente de un magazine como El programa de Ana Rosa, en el que trató otros géneros, durante la convalecencia de la presentadora y productora.

La periodista estudió la carrera en la Universidad de Navarra entre 1991 y 1996, y posteriormente obtuvo la licenciatura de Ciencias Políticas en la UNED, en 1998. Comenzaba entonces su periplo radiofónico que le llevó a la Ser, donde compartió trabajo con una de las leyendas de nuestro país, Iñaki Gabilondo.

Fue en esta cadena de radio cuando le surgió la primera oportunidad de irse a Irak durante tres meses, su primera experiencia bélica, y también a trabajar informaciones de Interior, terrenos a veces pantanosos y arriesgados. La noticia que más ilusión le hizo dar fue, precisamente, el abandono de las armas de ETA, el 20 de octubre de 2011.

Es este un asunto en el que ha estado particularmente implicada y así lo plasmó en su libro Vivir después de matar, en el que contaba con testimonios de terroristas que se desvincularon de la banda y pidieron perdón a las víctimas. Cuatro años más tarde la AVT le concede la Cruz de la Dignidad «por su trabajo en defensa de un final del terrorismo con verdad, memoria, dignidad y justicia».

El reporterismo le llevó a viajar a los territorios ocupados de Cisjordania y a entrevistar a diversos miembros de Hamas, Ezbolá y Al Qaeda y, como ella misma manifestó en una entrevista en Diez Minutos, fue un poco «kamikaze», pero nunca sin perder la sensación de la mesura al evaluar el peligro al que podía exponerse.

Ana es una mujer muy familiar y precisamente en esa entrevista manifestaba que lo que más valora es tener a su familia bien y destacaba también tener a su lado una persona que la apoya. Se refería a su novio (a quien ella denomina su «marido», aunque no están casados ni han necesitado dar ese paso), el galerista Jorge Alcolea: «Es galerista de arte, una persona a la que le encanta el mundo del periodismo. Está muy orgulloso de lo que hago, y yo de lo que hace él».

La periodista contaba que su única hermana tampoco tiene hijos y que su familia es pequeña, «somos cuatro gatos» y formulaba un deseo para este 2023: «Que estemos los mismos y calma». Mostraba también agradecimiento a Mediaset por las grandes oportunidades profesionales que le ha dado desde que está vinculada a este grupo audiovisual.

A propósito de cumplir 50, poco antes de que llegara ese momento manifestaba en 20 minutos que está muy contenta porque «estoy en un momento personal y profesional muy interesante». Perfeccionista en el trabajo, aseguraba que «quiero hacerlo sobresalientemente bien». Y sobre el aspecto de seria que puede proyectar en su trabajo manifiesta que «soy una vasca divertida, pero tengo mucho sentido de la responsabilidad».