Francisco de Borja Moreno Solís (o simplemente Borja Moreno) fue desde que nació uno de esos niños a los que la notoriedad pública les acompaña desde la cuna, lo quieran o no. El tercer hijo de Matilde Solís, el único de sus vástagos que no forma parte de la casa de Alba y que tuvo junto a Borja Moreno Santamaría, ha cumplido 18 años.

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La celebración de su mayoría de edad, que fue el lunes, llega en un buen momento para su madre, quien tras una vida trágica y azotada por diversos escándalos y dos divorcios, parece haber encontrado la paz y una pasión artística que se está convirtiendo también en profesión. Con ella y con su familia materna comparte, según dice su entorno, cierta timidez que, quizás, le mantengan lejos de los focos mediáticos.

Boda de Matilde Solis con Carlos Fitz-James Stuart. / gtres

Hasta que no se supo del noviazgo de Matilde con Carlos Fitz-James Stuart, entonces Duque de Huéscar y ahora de Alba, su familia, los Solís Martínez-Campos, se había caracterizado por la discreción. Sin embargo, la boda que los unió, en junio de 1988, se celebró en el Altar Mayor de la catedral de Sevilla (el mismo lugar que a cogió la de la infanta Elena con Jaime de Marichalar o la de Cayetana Fitz-James Stuart con Luis Martínez de Irujo) y desde entonces Matilde se convirtió en estrella de la prensa rosa, a su pesar.

Algo parecido le sucede a Borja Moreno Solís, cuyas apariciones públicas tienen que ver también con sus vínculos con la casa de Alba: le vemos en las fotos de familia de las bodas de sus hermanos. El mayor y actual duque de Huéscar, Fernando, se casó con Sofía Palazuelo en el Palacio de Liria en octubre de 2018, mientras que Carlos, duque de Osorno, contrajo matrimonio con Belén Corsini en mayo de 2021. La otra ocasión en que se vio públicamente a Borja fue en el bautizo de Rosario, su sobrina e hija de Fernando, quien está llamada a ser la duquesa de Alba en el futuro.

Matilde Solis junto al menor de sus hijos que acaba de cumplir 18 años.

Que no sea un miembro de la Casa de Alba no significa que Borja Moreno Solís no tenga sangre aristócrata corriendo por sus venas. Matilde es la décima hija, de once, de los duques de Motilla y su boda con Carlos Fitz-James Stuart fue considerada como la unión perfecta, hasta que se rompió, entre las dos casas aristócratas más importantes de Sevilla.

De aquella unión nacerían los dos primeros hijos de Matilde y Borja vendría después, junto a su segundo marido. Así, tanto con Fernando como con Carlos, hermanos por parte de madre, Borja mantiene una buena relación y al igual que ellos se decanta por estudiar Administración y Dirección de Empresas cuando curse selectividad en los próximos meses, si bien se desconoce si lo hará en España o en el extranjero.

Conflicto entre sus padres

Lo cierto es que el escándalo ha acompañado a Borja Moreno Solís, sin ser él responsable, desde que fue concebido. El punto final al matrimonio entre Matilde y Carlos fue lo que se denominó como un accidente con una escopeta y que, tiempo después, ella c onfirmó que fue un intento de suicidio. Según algunos cronistas del momento, el aristócrata habría estado interesado en recomponer su relación hasta que ella conoció a otro hombre, diez años menor, cuya profesión, clase y educación se pondrían en cuestión constantemente.

Borja Moreno Santamaría y Matilde Solis tuvieron a su hijo Borja.

Borja Moreno Santamaría era para unos un gestor de fincas sevillano, para otros simplemente un vividor muy interesado. Sea como fuere, ella se quedó embarazada para disgusto de su madre, Isabel Martínez Campos, muy religiosa y miembro del Opus Dei. La familia no acudió a la boda entre Matilde y Borja por lo civil, con ella embarazada ya de seis meses, en 2003. Sí lo harían, años más tarde, en la ceremonia religiosa que los unió cuando Matilde y Carlos consiguieron la nulidad de su matrimonio. Quien sí apoyó publicamente en todo momento a Matilde, incluso cuando su familia no lo hacía, fue la duquesa Cayetana, que sentía un gran cariño por su exnuera.

El nacimiento de Francisco de Borja acercó posturas y la marquesa conoció por primera vez al padre de su nieto. Pero la paz duró poco, pues el matrimonio entre Borja y Matilde pronto hizo aguas. En 2008 se divorcian en medio de un huracán de demandas y contrademandas; entre los hechos más sonados, se dijo que Matilde cambió todas las cerraduras de casa tras imponer la demanda de divorcio, que él era demasiado aficionado a las fiestas nocturnas o que la pareja convivía con hasta tres enfermeras que atendían a Matilde constantemente. Lo más sonado de su disputa fue la sentencia de 18 meses de prisión por allanamiento de morada contra Borja Moreno, quien entró en la finca sevillana de su exmujer para llevarse al pequeño Borja porque, según él, no le había podido ver en año y medio.

Desde hace años, Matilde Solís parece haber cortado lazos con el que fuera su segundo marido, no así con la casa de Alba con la que mantiene buena relación y a cuyas celebraciones ha acudido acompañada del pequeño Borja. Su relación es cercana y ella por fin ha encontrado la vida sosegada que siempre quiso; ahora, además, desarrollando su faceta como pintora.