Carmen Lomana cumple 75 años con un look impecable, más influencer que nunca y un protagonismo constante en los medios de comunicación. / d.r.

la elegancia no se compra

Carmen Lomana contra el mundo: influencer Barbie a los 75, crítica con las más poderosas y blindada gracias a una fortuna incalculable

Carmen Lomana, la 'socialite' más osada de nuestro panorama mediático, cumple 75 años. Celebramos a una mujer que no tiene miedo a ser crítica con las poderosas ni a disputar a las influencers veinteañeras el look Barbie más top.

No tenemos a tantas 'socialites' capaces de sincerarse sobre la reina Letizia en un programa de gran audiencia con el mismo 'savoir faire' que luce en un evento de Louis Vuitton, Dior o Moët Chandon. De hecho, solo tenemos a una: Carmen Lomana. Su perfil público ha ido afilándose conforme han pasado los años hasta convertirse, a sus maravillosos 75, en la cronista ácida que nos merecemos. Es fresca y las canta bien frescas: afortunadamente, no tiene ningún miedo.

No podemos soslayar la paradoja: la Carmen Lomana que se hizo famosa como anfitriona exquisita, invitada perfecta y experta en etiqueta y buenas maneras ha terminado destapándose como una comentarista apasionante (no diremos despiadada) de ciertos personajes de la crónica social. Un movimiento imprevisible que, quizá, tiene mucho que ver con su resistencia a ejercer de decorativo jarrón chino. Efectivamente, es elegantísima, pero también mucho más que eso.

Imposible quitarle galones al impresionante armario de Carmen Lomana, refugio de verdaderas joyas de la costura de ayer y de siempre. Ejemplo de ahora mismo: el apabullante vestido rosa de Dior que llevó al estreno de 'Barbie'. Se trata de una pieza única de los años 60 que no ha perdido un ápice de encanto. De hecho, a su título de 'socialite' habría que añadir el de influencer, ya que posee incontables seguidoras de su estilo.

Lomana no le hace ascos a la notoriedad que le concede su perspicaz sentido de la moda y prueba de ello es el segundo look Barbie que la ha colocado como la mujer que mejor ha reinterpretado el estilo de la mueca entre nuestras famosas. El bañador rosa de la nueva colección de Zara dedicada a la heroína de plástico le queda como un guante y así lo atestiguó su perfil de Instagram. Carmen Lomana tiene el look, está claro, pero no se reduce a la foto.

Carmen Lomana llevó un vestido de Dior vintage años 60 al estreno de 'Barbie' en Madrid. (FOTO: D.R.)

En los últimos meses, hemos contemplado cómo Carmen Lomana ha defendido que hay vida inteligente más allá de su imponente elegancia. Tanto es así, que decidió abandonar en vivo y en directo el programa de Sonsoles Ónega, donde era colaboradora, por acudir a plató y no tener ni una posibilidad de hablar en toda la duración de su segmento. El vídeo en el que se puede ver cómo expone su queja y anuncia su marcha es antológico.

La relación de Carmen Lomana con la televisión es de flechazo: ha participado en concursos como '¡Más que baile!', 'Splash!', 'Famosos al agua', 'Supervivientes' y 'MasterChef Celebrity', aunque últimamente ha desvelado que ansía probar suerte en 'Mask Singer'. Comentarista en el programa de las mañanas de Susanna Griso y en la Cope, y cronista de la vida social en sus columnas, Carmen aspira a ejercer influencia más allá de la moda. De hecho, es una de las pocas que osa criticar a las más poderosas. De tú a tú.

Carmen se atreve a criticar a todos y a todas

Las críticas de Camen Lomana a mujeres y hombres de nuestro panorama social son conocidas: ha señalado con el dedo a Ágatha Ruiz de la Prada, Cayetano de Alba o Enrique Ponce, por poner tres ejemplos. Puede presumir de no enzarzarse con débiles, sino con poderosas. Dijo que la reina Letizia «no es una 'fashionista' ni una 'modeluqui': debe ir vestida acorde a su rango. Y se atrevió a decir lo que muchos pensaban de la boda de Tamara Falcó: «No es la reina de España».

¿Puede permitirse Carmen Lomana criticar a mujeres tan relevantes de nuestro panorama social? Sin duda. Y ahí está la clave de su éxito como personaje mediático: como ha demostrado su renuncia al programa de Sonsoles Ónega, Carmen no necesita los medios ni el favor de las poderosas para nada. Su vida está más que resuelta gracias a una fortuna incalculable, de la que apenas conocemos su armario lleno de joyas textiles y su pequeño imperio inmobiliario.

La era Barbie de Carmen Lomana continúa en Marbella, gracias a este bañador-body de Zara. (FOTO: D.R.)

Carmen Lomana posee un ático con imponente terraza en Marbella, donde suele pasar parte de sus vacaciones de verano. El resto del tiempo, reside en una gran casa señorial en el barrio de Salamanca de Madrid, recientemente reformada. Además, junto a su familia posee un chalet en primera línea de playa en Celorio (Llanes), una propiedad que trata de vender desde hace tres años.

Nacida en León en una familia aristocrática, casada con el diseñador industrial chileno Guillermo Capdevilla y viuda a los 49, Carmen Lomana estudió Económicas, trabajó en un banco y montó su propia empresa de relaciones públicas. Al enviudar heredó la considerable fortuna de su esposo, un montante que sumado a la propia resulta incalculable. Carmen no necesita patrocinadores de ningún tipo.

Ahora mismo, la influencer, 'socialite' y cronista social está empeñada en escribir una novela que se inspire, directamente en sus memorias. No sería un relato totalmente confesional, pues habría ficción, pero lo ve inmortalizado con un título del estilo 'Dolor y gloria', pues tanto hay de lo uno como de lo otro en su biografía. Ya sueña con qué actrices podrían encarnar una hipotética versión cinematográfica: Meryl Streep y Cate Blanchett. Ahí es nada.