Ha sido la sorpresa de la semana, una aparición inesperada que ha dado pie a todo tipo de interpretaciones. Carmen Thyssen ha logrado llevar a buen puerto sus negociaciones con el Ministerio de Cultura, y por fin ha logrado firmar un nuevo acuerdo de cesión de su colección arte por 6,5 millones de euros anuales durante al menos los próximos 15 años. El contrato incluye el Mata Mua, la obra de Gauguin que la baronesa Thyssen sacó del museo y trasladó a su búnker de seguridad en Andorra, acaso una medida de presión para aligerar una negociación que se ha hecho eterna. Esta joya del impresionismo, la más valiosa de la colección , llegó justo esta semana, a tiempo para celebrar el acuerdo, al Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Sin embargo fueron las mellizas, Carmen y Sabina Cervera, las que concitaron toda la atención. Nadie se esperaba su presencia. Y mucho menos que recordaran tanto, por su actitud y estilo, a la princesa Leonor y la infanta Sofía .
Rubias, altas, entre tímidas y discretas y educadas con exquisitez en un colegio privado de Andorra, esta ha sido la primera aparición pública de Carmen y Sabina Thyssen, hasta el momento únicamente fotografiadas por la revista del corazón de cabecera de Tita Cervera. Su formación podía medirse con la que, hasta la fecha, han recibido la princesa Leonor y la infanta Sofía. Según declaraciones de la baronesa Thyssen, Carmen y Sabina ya hablaban cuatro idiomas (castellano, catalán, inglés y francés) a los once años. Recibían, además, clases de arte y pintura, sabían solfeo, tocaban el violonchelo y el piano y acudían a clases de canto y ballet, una disciplina en la que se iniciaron con solo cuatro años. Sin duda, la reina Letizia aprobaría esta intensidad formativa, sobre todo en el terreno de las artes.
El currículo de Sabina y Carmen es impresionante, digno de las herederas de una de las colecciones de arte más importantes de Europa. No resulta improbable imaginar una futura amistad entre las jóvenes Thyssen y las hijas de los reyes, Leonor y Sofía. Jóvenes sobradamente preparadas y protegidas por sus respectivas familias, conocen desde niñas el peso del poder y los inconvenientes de la fama. De momento, comparten look y actitud, pero no tanto estilo. Mientras las hijas de Felipe VI y Letizia suelen lucir marcas más o menos accesibles, Sabina (la más alta), Carmen (su hermana) y Tita Thyssen han aparecido impecablemente conjuntadas en blanco y beis con carísimas prendas de firma. Eso el día de la recuperación del Mata Mua para el museo. Al día siguiente, en la foto de familia institucional, solo se dejó ver Carmen, pero con la icónica camelia de Chanel sobre su chaqueta.
Es inevitable subrayar la presencia de las quinceañeras Carmen y Sabina en este momento institucional tan importante, ocupando el mismo lugar que Borja Thyssen y su esposa Blanca Cuesta. Tiene que ser significativo, pues se trata de la primera aparición pública de las mellizas, dos jóvenes que hasta el momento no han tenido la ocasión de vincularse de ninguna manera a la actividad de gestión y patronazgo de su madre. De alguna manera, podríamos asistir aquí a la confirmación de que la baronesa Thyssen desea que sus mellizas jueguen un papel significativo en las decisiones que tengan que ver con la colección que heredarán. Una fortuna que, hasta su llegada en 2006, solo correspondía a Borja y que ahora deberá dividirse en tres partes. Eso sin perder de vista que la baronesa tiene nacionalidad suiza, por lo que su herencia no se someterá al Derecho español: Carmen Cervera puede desheredar a cualquiera de sus tres hijos en cualquier momento.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?