Carmen Thyssen, vestida de Chanel de la cabeza a los pies. / gtres

Por qué Carmen Cervera, (una de las desconocidas mellizas de la baronesa Thyssen) es el relevo de Carlota Casiraghi que estábamos esperando

Con permiso de otras influencers patrias con acceso a Chanel y apellido ilustre (léase Victoria Federica de Marichalar y Borbón), la aparición estelar esta semana de Carmen Cervera al lado de su madre la baronesa Thyssen nos ha enamorado. ¿Se está gestando por fin la versión española de Carlota de Mónaco?

No nos podemos quejar. Tenemos a Victoria Federica y su carrera fulgurante al estrellato influencer, a la princesa Leonor robando prendas del armario materno y a la infanta Sofía regalándonos detalles de estilo aparición tras aparición. Pero queremos más y ese plus nos lo acaba de regalar Carmen Cervera, una de las mellizas adolescentes de la baronesa Thyssen.

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El look en blanco y vainilla que la jovencísima Carmen ha lucido en la visita al museo que lleva su apellido nos ha hecho soñar con que por fin tendremos en la alta sociedad cañí alguien capaz de llevar un Chanel con el porte y la percha de la mismísima Carlota de Mónaco. Fue ver a Carmen con la camelia en la solapa y sentirnos todos un poco Casiraghi.

Por que sí, los diseños de Inés Domecq están muy bien y el amor de Victoria Federica por Louis Vuitton está justificado, ¿pero es mucho pedir un poco de elegancia de la de toda la vida de vez en cuando? Carmen nos la dio. A juego con su madre (la siempre fiel a la firma de lujo francesa Tita Cervera), Carmen Cervera apostó por hacer un total look que gritaba Chanel desde el colgante con las míticas «c» entrelazadas, a la flor de la solapa, a las cadenas del bolso o las bailarinas bicolores.

Un look un tanto clásico que le sentaba sorprendentemente bien para ser una chica tan joven y que quizá sea el secreto de por qué Carmen Cervera se ha convertido en el centro de atención en un paseíllo público de apenas veinte metros. Y es que su total look Chanel le daba el aire ejecutivo y nada ñoño que requería la ocasión.

Al fin y al cabo nos gusta que las futuras herederas de colecciones de arte millonarias parezcan futuras herederas de obras de arte millonarias. Así lo ha hecho Carlota Casiraghi durante toda su vida, asaltando el armario de su madre, llevando el tweed como nadie y no hemos levantado ni una ceja jamás. ¿Podemos soñar con desbancar el monopolio monegasco de la firma francesa? ¿Podemos incluso elucubrar con que en un futuro lejano Carmen Cervera abrirá el desfile parisino de Chanel montada a caballo? Recemos porque esté tomando ya clases de equitación (que seguro que sí).

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