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Si durante sus años en televisión supo lo que era triunfar y permanecer en antena, hoy Cantizano está disfrutando como nunca con su programa, Atrévete, en Cadena Dial donde consigue despertar a la audiencia con una sonrisa. A sus 40 años sabe perfectamente lo que no quiere y confiesa que ya siente el gusanillo de la paternidad.
Corazón A punto de cambiar de año, ¿me puede hacer un balance de cómo le ha ido 2015? Jaime Cantizano A nivel profesional ha supuesto la consolidación de mi programa de radio, justo en un momento donde este medio tiene muchísima importancia. Resulta que hay 1.400.000 personas que te escuchan. Reconozco que lo bueno de mi trabajo es que disfruto como el que más, sin parar de reírme todas las mañanas. Estoy en un momento de mi vida en que solo quiero pasarlo bien con lo que hago y sentirme a gusto sin necesidad de tener que sacar el sable permanentemente.
C. Y eso que se tiene que levantar a las 5 de la madrugada, que supone un cambio de vida muy enfocada a ese horario. J.C. Mi padre me desmonta esa teoría siempre, porque me recuerda que mucha gente se levanta a esa hora. Seguramente sea lo único negativo de hacer un programa matinal, pero me compensa, porque estoy viajando mucho cada semana con el programa. Eso me permite tener contacto directo con la gente que nos escucha, personas que me han seguido durante mi tiempo de la tele y que se han sumado ahora a este programa. Con ellos me río y eso es, sin duda, lo mejor.
C. Dicen que la radio no envejece. Puede convertirse en una carrera de largo recorrido. No existe la esclavitud de la imagen. J.C. Reconozco que la radio me ha rejuvenecido, puesto que me ha acercado a un público nuevo que no sabía de mí de antes y, también, porque el humor te quita años. Creo que, cuando hablo ante la audiencia, se nota que me siento muy a gusto.
C. ¿Qué ha pasado en estos 14 años que le llevamos conociendo? ¿Qué queda del Cantizano que triunfaba en audiencia en la televisión? J.C. Al igual que han dicho otros profesionales, yo sé lo que es el triunfo. Tener un 37 por ciento de audiencia y reconocer que en determinados momentos se te puede atragantar ese éxito que hay que saber digerir y masticar despacio. A mí me ha pasado y no quiero que suene a queja, pero todo es un proceso que ha permitido que, en esta nueva etapa profesional, yo ya me encuentre muy a gusto en mi propia piel. Lo bueno que tengo es que no soy de añorar ni mirar hacia atrás. Creo que lo que he hecho está bien y es la base de lo que hoy tengo. Cuando me preguntan si me arrepiento de algo, siempre repito que no, puesto que todo lo vivido me ha servido
C. Su gran suerte es que puede ganarse la vida haciendo algo que le encanta. Eso no les pasa a todos... J.C. Lo importante es saberte rodear y poder decir no a las cosas con las que no te sientas cómodo. Creo que una de mis grandes victorias en estos 14 años ha sido decir no a algunas ofertas, aunque todos nos hemos tragado sapos alguna vez.
C. ¿Ha tenido que decir muchas veces que no últimamente? J.C. Más que negarme he intentado endulzar la respuesta, diciendo que estoy muy ocupado con la radio y no tengo tiempo para más.
C. ¿El hecho de no tener que dar la cara en la radio hace que se relaje más en el cuidado del físico? J.C. La radio me ha venido bien para relajarme en muchas más cosas. Incluso, reconozco que, con cierta razón, antes se me podía criticar por ser demasiado muro en mi forma de ser. Ahora, en la radio, soy más permeable. Seguramente porque también coincide con llegar a los 40, con tener la vida más o menos organizada y por el formato en el que estoy, pero es verdad que me he relajado.
C. Por lo que cuenta, en el trabajo está feliz, pero no sé cómo le ha ido en lo personal en este tiempo. J.C. Antes recordaba cómo años atrás tuve mis tormentas, esa sensación de querer dejar todo cuando tienes éxito, pero, sin embargo, no te sientes satisfecho. Hace poco le escuché a Jorge Javier Vázquez decir exactamente lo mismo. Es normal que pasen esas crisis en un momento u otro. Hoy, a nivel personal, coincide que el círculo se ha cerrado y ha llegado el equilibrio en mi vida, por eso estoy en ese punto en el que empiezo a ilusionarme con la idea de ser padre. En la actualidad hay muchos tipos de familias y me apetece crear la mía. Antes ni siquiera se me hubiera pasado por la cabeza pero ahora sí. Soy una persona muy generosa y muy niñero y creo que esa entrega es lo que más me empieza a interesar.
C. ¿Se decantaría por la adopción o tendría sus propios hijos? J.C. Por suerte, hoy hay tres opciones para ser padre y es el momento de ponerse a pensar cuál podría ser la más adecuada para mí. Aún no lo he decidido.
C. Sería un gran cambio en su vida. ¿Es consciente de ello? J.C. Sí, lo soy. Pero también sé que es el mayor éxito que uno puede lograr.
C. ¿Piensa en la paternidad solo o en pareja? J.C. Solo. Me van los retos y, aunque no tenga nada que ver con lo que estamos hablando, como ejemplo de mi forma de ser te diré que este año se me metió en la cabeza correr la maratón de Nueva York. Fue durísimo, porque llegué lesionado y era mi primera vez, pero conseguí recorrer esos 42 kilómetros. Sin duda, convertirme en padre es el reto más importante al que una persona se puede enfrentar y de ahí que esté madurando esa posibilidad que a medida que pasan los días me apetece más
C. ¿Qué espera de 2016? J.C. Huelo que va a ser un buen año en lo que a trabajo se refiere. En lo personal no estoy cerrado ni bloqueado a nada. Por suerte no tengo la crisis de los 40 de la que algunos se lamentan e insisto en que me encuentro en un momento muy cómodo donde me siento bien y con ganas de continuar en esta línea de batalla.