“Cuando conocí a mi marido no nos llevábamos bien”

Corazón: ¿Es usted el ejemplo de que sigue habiendo buenos papeles femeninos en Hollywood? Cate Blanchett: Supongo que es un tema que deberíamos tener presente en cualquier conversación. En un diario de Estados Unidos, hace poco, publicaron que 2015 ha sido el año de la mujer. Yo solo espero que no pasemos de moda, pero cuantas más historias ricas y variadas haya, mejor para el público, tanto para los hombres como para las mujeres.

Corazón: ¿Cómo se impulsa el cambio para lograr la igualdad en Hollywood? Cate Blanchett: Lo importante es seguir hablando, porque si desapareciera de la agenda, perderíamos terreno. Es maravilloso trabajar con mujeres productoras que lo que quieren es hacer películas inteligentes y entretenidas. Porque, al fin y al cabo, eso es lo que todos quieren hacer, ¿no?

Corazón: Ahora hará un parón en su agenda, pero no es la primera vez que se aparta del cine. Ya lo hizo hace un tiempo para regresar a su Australia natal y dedicarse al teatro. ¿Cuando volvió a Hollywood habían cambiado mucho las cosas Cate Blanchett: Cuando actúas en un teatro grande, frente a cerca de 2.000 personas, es como si tuvieras un plano largo en el cine. Y cuando trabajas en un espacio inmenso como el cine, los planos cortos te dan cierta intimidad que también se logran en espacios teatrales, pese a sus dimensiones. Por eso, para mí, a nivel personal, los dos medios alimentan y expanden el trabajo interpretativo.

Corazón: ¿Qué es lo que le atrae tanto de trabajar en el teatro? Cate Blanchett: Tiene un ritmo que me apasiona. Primero está la exploración de la obra durante los ensayos. Porque a las tres semanas todo se viene abajo y necesitas volver a tener la energía que tenías el primer día, pero lo haces con mucha más información. Y después, sales al escenario todos los días, tratando de reparar lo que hiciste mal la noche anterior. Y a medida que pasa el tiempo, se nota el crecimiento.

Corazón: ¿Y qué es lo que le gusta del cine? Cate Blanchett: En el cine hay que capturar el momento que se ha conseguido en una sala de ensayo. Y siempre tenemos el miedo de no poder conseguirlo. Cada vez que termino un rodaje, el último día, me doy cuenta de cómo debería haberlo hecho todo. Por eso no quiero ni oír hablar de ver una película mía en un festival de cine como el de Cannes, por ejemplo. Es una pesadilla, me pone muy nerviosa verme en una pantalla gigante cuando ya no puedo cambiar nada.

Corazón: ¿Tiene alguna técnica secreta para conservar el misterio de la actuación en las películas más dramáticas? Cate Blanchett: En todo lo que hago trato de encontrar momentos tranquilos. Ahí es donde creo que se cuenta mejor una historia, cuando hay cierto silencio o un espacio entre cada palabra.

Corazón: ¿Hay algo que ayude a mejorar una buena actuación en el cine? Cate Blanchett: Bueno, quizá trabajar con un director que no pida demasiados ensayos. Con uno generoso que permita que los actores se concentren en su trabajo y en la atmósfera que se crea en un estudio de cine, donde te sientes obligado a enterarte de lo que van a hacer a tu alrededor. Eso solo ya supone una ayuda increíble, es mucho más fácil concentrar la energía.

Corazón: Ahora que parece que la actuación no tiene secretos para usted, ¿le gustaría probar suerte en la dirección? Cate Blanchett: Después de haber trabajado con Martin Scorsese, Woody Allen, David Fincher o Todd Haynes, tendría que saber muy bien lo que hago para hacer mi propia película. Pero ya he dirigido varias obras de teatro y siempre me pregunto si esa perspectiva o esa atracción que nos crea el proyecto tiene más que ver con la forma en que entiendo la actuación, que con haber sido la directora

Corazón: Hablando de directores, ¿es verdad que en un principio se llevaba muy mal con su esposo, Andrew Upton? Cate Blanchett: Es cierto. Nos conocíamos y no me llevaba bien, para nada. Y no era yo sola, podía notar que era mutuo.

Corazón: Pero surgió el amor, y uno de los más estables del panorama cinematográfico. ¿Cuánto llevan casados ahora? Cate Blanchett: Mucho tiempo, 18 años.

Corazón: Cuentan las crónicas que él le propuso matrimonio solo 20 días después de comenzar su relación Cate Blanchett: Bueno, en realidad, al tercer día ya pensé que me iba a proponer matrimonio, pero ¡lo único que me pidió fue algo para comer! (risas). Pero sí, es cierto: después de 21 días de relación me preguntó si quería casarme con él, y le dije que sí.

Corazón: Estos días está en plena promoción de la película ‘Carol’, junto a Rooney Mara. ¿Cuál ha sido el mayor desafío de este rodaje? Cate Blanchett: Supongo que interpretar un personaje tan misterioso y ambiguo, que en realidad es fruto de la imaginación y parte de un mundo de novela.

Corazón: La cinta cuenta la historia de amor entre dos mujeres en los años 50. ¿Pensaba hace diez años, que el matrimonio homosexual sería ser posible? Cate Blanchett: Bueno, hay 70 países en el mundo donde la homosexualidad todavía es ilegal. Sí, hablamos del tema, pero en algunos lugares sigue siendo un problema. Y lo increíble del asunto es que la sexualidad es un tema privado y hoy en día, los homosexuales tienen que hablar de ello constantemente. No sé si estoy respondiendo bien a la pregunta, pero es asombroso que haya tantos países donde todavía es ilegal. Vivimos en tiempos profundamente conservadores donde hay gente que cree que es una tontería pensar diferente.

Corazón: Hace unos meses se comentó que en una entrevista usted había asegurado que había tenido relaciones con otras mujeres. Cate Blanchett: Por lo que recuerdo, la conversación empezó con la pregunta: «¿Tuviste relaciones con mujeres?». Y dije: «Sí, muchas veces. Pero si quieres preguntar si tuve relaciones sexuales con otras mujeres, la respuesta es no». Y obviamente, parece que esa parte de la frase nunca se publicó. Pero estamos en el año 2016, ¿a quién le importa? Siempre creí que el trabajo de una actriz era evitar el aburrido universo microscópico, expandir el sentido del mundo y encontrar la empatía a través de la experiencia de otra persona para poder presentarle al público algo que está totalmente fuera de nuestro mundo. Creo que a nadie le interesa mi vida. Bueno, a lo mejor sí. No lo sé. Pero a mí, definitivamente, no me interesa imponer mis pensamientos o lo que opino. Lo que me encanta de la actuación es la investigación, descubrir las experiencias de otras personas para transformarlas en algo hermoso frente al público, esperando que pueda comunicar algo. Pero me parece que es importante que se hable de este tema.

Corazón: Hablando de investigación: aseguraba que para preparar el personaje de ‘Carol’ leyó novelas eróticas de la década de los 50. Cate Blanchett: Sí! Lo bueno de la película Carol es que está basada en una novela muy personal que Patricia Highsmith escribió con un seudónimo, Claire Morgan, y en cierta forma, fue la primera historia de lesbianas con un final feliz. Por eso leí muchas novelas parecidas. También es interesante recordar lo que era vivir en aquella época y compararla con lo que vivimos ahora. Y es un mundo que mi personaje en esta película tampoco conocía. Es importante recordar que en aquel entonces no había etiquetas ni ambientes ni grupos ni comunidades gay y como resultado, había un completo aislamiento que yo necesitaba entender para poder transmitirlo en la película.

Corazón: ¿Fue incómodo el rodaje de las escenas más explícitas? ¿Ha cambiado en algo su visión de los desnudos a lo largo de los años? Cate Blanchett: Sí, ha cambiado. Especialmente desde que di a luz a mis hijos (risas). Muchos extraños te ven desnuda durante esa experiencia. En este caso, la grabación tampoco es muy diferente a una escena de amor con un hombre. Tengo mucho respeto y admiración por Rooney Mara, y en realidad fue muy gracioso. Era una escena muy importante para la estructura de la película, para contar la historia. Y el director fue fantástico, al explicarnos cómo iba a filmarlo todo. Por eso, terminó siendo una escena más, aunque por supuesto, al principio estaba nerviosa, pero el hecho de que fuésemos dos mujeres no tuvo nada que ver.

Corazón: En su anterior película, ‘La verdad’, trabajó con Robert Redford. ¿Se sintió intimidada por compartir plató y planos con él? Cate Blanchett: Sí ¡Ni siquiera sabía cómo llamarlo al principio! ¿Redford? No podía. Robert, tampoco, porque todos le llaman Bob. Pero yo no tenía tanta confianza como para usar el apodo.

Corazón: Entonces, ¿cómo lo llamó al final? Cate Blanchett: Pues, ¡Bob! (risas). Pero primero le pedí permiso para hacerlo.