Parece que a Dani Martín no terminan de cuajarle las relaciones. Tras su ruptura con Blanca Suárez hace más de un año, no se le había atribuido ningún romance hasta el pasado mes de noviembre, cuando se destapó el idilio que comenzó en verano con Paloma Sanz.
Sevillana de 29 años –y no 33, como se publicó–, es licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Sevilla, y amante de la moda y el 'surf'.
Alejada a conciencia de todos los flashes, Paloma vive concentrada en su carrera como académica. Una vez finalizó su titulación, continuó como alumna interna en la Facultad de Comunicación de la Hispalense para realizar su doctorado.
Lejos de llevar un ritmo de vida de 'photocalls', eventos bien remunerados y blogs de moda, la sevillana es docente en materia de Teoría y Estructura de las Relaciones Públicas en un centro adscrito a la Universidad de Sevilla (EUSA) y, de hecho, cuentan los cercanos, que lo único que tenía en común con Dani era el amor por las olas. Sin embargo, y a pesar de la discreción con la que han querido llevar el noviazgo, parece que la quietud de Zahara de los Atunes, donde han vivido gran parte de la relación, no ha resultado ser suficiente.
Según el círculo más íntimo de la pareja, creían manejar la situación: sol, el mar de Cádiz al fondo y el casoplón del cantante situado en la cara oculta y privada de la urbanización más exclusiva de la costa gaditana (Atlanterra). Llegaban por separado a los restaurantes, prometieron contarlo solo a su entorno más íntimo…
Hasta que la revista 'Cuore' destapó la historia. No es fácil pasear –y besar– a Dani Martín y que no te cace un 'paparazzi' o, más sencillo aún, un viandante armado con un móvil con cámara de fotos. Entonces, todo cambió. Cuentan los cercanos que el susto de verse expuesta llevó a Paloma a sufrir un ataque de ansiedad, abrumada por la fama. Pero decidió apostar por la relación y asumir su relativa exposición. Hasta que en diciembre comprendió que aquello no iba a ninguna parte, entre otras cosas, porque tenían más bien poco en común.
Fue entonces cuando decidió romper la relación para, ahora en enero, coger su pasaporte, su tabla y a una amiga, e irse unos días a las Antípodas –más lejos ya sería cambiar de planeta–, en busca del sosiego que le aporta el mar. Mientras, Dani se encuentra en Londres grabando su próximo trabajo discográfico en los prestigiosos estudios Abbey Road. Habrá que ver si pasado el tiempo, Paloma es capaz de aceptar las consecuencias de salir con un cantante tan conocido y compatibilizarlo con su anhelo de llevar un vida normal.
20 de enero-18 de febrero
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