“En mi primera nominación al Oscar rezaba para que no me lo dieran”

Corazón: Acaba de llevarse un Globo de Oro por El renacido y está de nuevo nominado al Oscar. Parte de la película fue rodada en Argentina. ¿Le da tiempo a disfrutar de los países que visita en los rodajes. Leonardo DiCaprio: No. Lo cierto es que me concentro tanto en el trabajo que apenas tengo un par de horas para explorar. Pero a veces consigo muy buenas experiencias gracias al cine, porque puedo conocer la cultura. Desafortunadamente esta vez no fue así.

Corazón: Estaba en Argentina y trabajó con el mexicano Alejandro González Iñárritu. ¿Aprendió algo de español durante el rodaje? Leonardo DiCaprio: El español que habla Alejandro es bastante gracioso (risas). Yo apenas entendía lo que decía y ni siquiera me acuerdo de las frases, pero sí, algo sí. Alejandro es un artista, un verdadero director independiente. Estaba filmando una película épica a gran escala. Y cuando tenía la oportunidad de disfrutar de algo de tiempo libre con los actores y explorar la naturaleza, lo veíamos como un adolescente con su cámara nueva. Fue increíble.

Corazón: Alejandro ganó el Oscar con Birdman en 2015. ¿Cómo se siente después de cuatro nominaciones sin conseguir la estatuilla? Leonardo DiCaprio: Bueno es una de esas cosas que pasan en el cine. Hago todo lo que puedo para lograr que sea una obra de arte. Pero no tengo el menor control de lo que pasa después.

Corazón: Por si acaso, le hemos traído de regalo un Oscar de chocolate… Leonardo DiCaprio: (Risas) ¡Gracias! (lo recibe con las dos manos y se lo guarda en el bolsillo).

Corazón: ¿Qué significaría para usted recibir el Oscar? Leonardo DiCaprio: Para mí sería estupendo si la película llegase a ganar algún premio o consigue buenas críticas, porque esta es la clase de cine que ya no se hace tan a menudo y me gustaría ver más filmes así en Hollywood. Solo puedo desear que pase lo mejor.

Corazón: ¿Recuerda cómo se sintió cuando recibió la primera nominación? Leonardo DiCaprio: Fue algo que me sorprendió mucho. Cuando me contaron la cantidad de gente que veía la ceremonia de los Oscar, me acuerdo que me paralizaba la idea de tener que subir y hablar delante de todo el mundo. Yo rogaba por no tener que subir a recibirlo. Eso es lo que yo recuerdo.

Corazón: Su personaje en El renacido muestra su recorrido vital a través de sus heridas. ¿Las nominaciones al Oscar son las cicatrices de su carrera? Leonardo DiCaprio: (Risas) Sí, son buenas marcas.

Corazón: ¿Cuál de sus películas le gustaría mostrar a sus hijos algún día? Leonardo DiCaprio: Bueno, supongo que tendrán que llegar a una edad para poder ver la mayoría de mis películas porque muchas de ellas tratan circunstancias extremas y tienen cierta violencia. Pero la primera sería ¿A quién ama Gilbert Grape? y Vida de este chico, porque era una película sobre la niñez y fue un momento muy especial para mí.

Corazón: ¿Cómo se lleva usted con la fama? Leonardo DiCaprio: Para mí, ir a un estreno es una experiencia muy rara. Allí puedo ver la gran cantidad de fanes que hay mostrando su apoyo. Y es estupendo. Para un artista que pone todo su esfuerzo en lo que hace, sienta muy bien el reconocimiento de la gente.

Corazón: En 'El renacido' su personaje asegura que el viento no puede quebrar un árbol con buenas raíces. ¿Es un mantra que ha instalado en su vida? Leonardo DiCapro: Con el rodaje descubrimos frases así, el tema de la venganza, la perseverancia de un hombre y la habilidad de adaptarse y seguir insistiendo hasta en las peores circunstancias. Esa es la historia de Hugh Glass, mi personaje.

Corazón: ¿Cómo describiría a este personaje? Leonardo DiCaprio: No es un cazador de pieles tradicional. Viene de una guerra que le afectó de diferentes formas, porque fue testigo de la matanza de la población indígena en Norteamérica y la crueldad del Gobierno norteamericano. Por eso se aleja del resto del mundo y se aferra a la naturaleza. También se enamora de una mujer indígena y tiene un hijo, que es mitad indio. Y el desafío al que se enfrenta como padre que tiene que vivir en ese período es lo que marca el tono de la película.

Corazón: La película está basada en la vida real de Hugh Glass. ¿Es cierto que buscó venganza en la vida real por la muerte de su hijo? Leonardo DiCaprio: En realidad fue un elemento que agregamos al guión, porque le daba una dimensión emocional que le acercaba al público.

Corazón: A nivel personal, ¿cree que es usted de los que buscan venganza? Leonardo DiCaprio: No, no soy muy vengativo.

Corazón: ¿Es cierto que tuvo que someterse a un duro entrenamiento antes de empezar el rodaje de esta cinta? Leonardo DiCaprio: Sí, tuve que aprender a sobrevivir porque había muchos detalles parecidos en el guión. Y trabajamos con especialistas que nos enseñaron a usar los mosquetes, porque se tarda un minuto en cargar el arma

Corazón: ¿Qué más aprendió? Leonardo DiCaprio: A encender el fuego usando elementos naturales, cómo comer y sobrevivir a temperaturas muy frías... Los diarios que escribieron los cazadores de pieles también nos dieron una idea de las condiciones en las que vivían. Esos hombres eran increíbles. A mí me encanta la naturaleza y trabajar con el medio ambiente, pero jamás podría estar a su nivel. Nunca podría hacer lo que hacían ellos

Corazón: ¿El rodaje fue tan difícil como se ve en la pantalla? Leonardo DiCaprio: Sí, y creo que todos sabíamos en lo que estábamos metiéndonos. Nos presionamos hasta el extremo, tratando de revivir los pasos de esos hombres. Es una historia legendaria de supervivencia y perseverancia. Es la de un hombre que vivió para contarlo. Y lo bueno es que pudimos filmar en los mismos escenarios. Pero sí, muchas escenas fueron muy difíciles de hacer.

Corazón: La de la lucha con el oso ha sido de lo más comentada… Leonardo DiCaprio: Creo que esa escena es una de las experiencias más increíbles que van a ver en las salas de cine. Fue difícil filmarla, pero el producto final es asombroso, porque González Iñárritu consigue meter al público dentro de la escena. Se puede ver si una mosca está volando y prácticamente se siente respirar al oso. Te deja sin aliento.

Corazón: ¿Las malas experiencias en un rodaje ayudan en el proceso creativo? Leonardo DiCaprio: Supongo que sí. Yo solía tener más adrenalina cuando era joven. Pero hay que entender que hacer cine es controlar el caos. Y hay mucha gente que se preocupa por mi seguridad. Por eso conseguí no hacerme daño mientras filmaba. Cogí muchos resfriados por estar a temperaturas bajo cero y tuve que meterme en agua congelada, pero siempre había gente que me ayudaba.

Corazón: La película toca temas polémicos como el del comercio de pieles... Leonardo DiCaprio: Me encanta encontrarme una película que trata sobre el medio ambiente y que es tan semejante a lo que todavía sucede en el mundo actual. Las compañías petroleras van a Papúa Nueva Guinea, Canadá o el Amazonas y echan a los indígenas de allí o envenenan sus tierras y talan sus árboles.

Corazón: ¿Este rodaje ha modificado en algo su forma de pensar? Leonardo DiCaprio: Creo que sí, pero más que nada, por lo que hablamos sobre la relación del hombre con la naturaleza. Todas las experiencias que tuvimos también forman parte del arte del cine. Fue una experiencia mágica.

Corazón: Su personaje se enfrenta a la soledad y a sus peores miedos. ¿Cuáles son los suyos en la vida real? Leonardo DiCaprio: Supongo que los mismos que cualquier otra persona. Y después de haber pasado por las circunstancias más extremas, igual que mi personaje, lo que quiero es seguir viviendo. Deseo dejar todo lo malo atrás y encontrar solo lo positivo.