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Antonio Resines llegaba a la gala con una misión más que clara: ofrecer su primer discurso como Presidente de la Academia del Cine. Y, a la vez, se esperaba que se quejara de lo que se habían quejado otros en ocasiones anteriores: pedir que se baje el IVA cultural.
No lo hizo. Y eso que tenía entre los presentes, además de al Ministro de Cultura, Méndez de Vigo, a tres de los líderes de los cuatro partidos políticos más votados de este país -¿dónde estaba Mariano? ¿En Doñana quizás?
"No voy a más el coñazo con el IVA" y ha indicado que "el cine sí es cultura y, como tal una cuestión de Estado, al marcen de partidos e ideologías", aseguraba Resines, al que más de uno no puede no imaginárselo, escobilla en mano, en su papel de 'Los Serrano', pero que dirige la institución como nadie, porque sabe qué hay dentro de esta industria.
Antonio recordaba, aprovechando que la gala estaba llegando a miles de hogares españoles ha señalado que existe una Ley de Propiedad Intelectual que "protege los derechos de autor" y "una autoridad que debe encargarse de penalizar con firmeza a quien no lo haga". Añadía un agradecimiento a todos aquellos que, estoicamente, han conseguido mantener videoclubs en España abiertos.
Resines se restaba importancia refiriéndose a sí mismo como "la cabeza -cabezón, en este caso- de los más de 1.200 miembros de la Academia", y agradecía a todos ellos la confianza y les hacía una promesa: "Seguiré trabajando con empeño para no decepcionaros".
Para finalizar, advertía que no iba a finalziar con un rap, a pesar de saber que eso iba a provocar una decepción en el público en general. Un público del que se acordaba antes de bajarse del estrado: "A todos los espectadores, aquí y en sus casas, no olvidar nunca que nosotros somos contingentes, pero vosotros sois necesarios".