Los verdaderos sofocos de Ana

Ana Obregón acaba de sufrir la decepción del único hombre con quien ha tenido un hijo: Alessandro Lequio, el ex a quien consideraba su amigo, aquel con el que alborotó al país al hacer saltar por los aires el matrimonio entre el entonces ejecutivo y la modelo internacional Antonia Dell´Atte.

Alessandro no le contó que estaba esperando su tercer hijo de su actual mujer y Ana pilló un rebote y un cólico nefrítico, por ese orden.

La actriz de la obra 'Sofocos Plus' se ha llevado un ‘sofoco premium’ con el zas que le ha dado su ex con esta frase: "Esto es montar un follón por nada". Qué fuerte. Pobre Ana, ahora se tiene que enterar de que Álex va a tener un hermanito por los papeles.

Pero está acostumbrada a llevarse sofocos con los hombres desde que se estrenó en el amor con Miguel Bosé. Por aquel entonces el hijo de Lucía se arrimaba a buscarla con la moto, se iban a hacer manitas a El Retiro y poco más. Quizá ella pecó de pasional: "Soy muy cariñosa y demasiado tonta".

Luego se supo su historia con Fernando Martín. Otro sofoco porque cuando falleció en un accidente, habían discutido. Ana sufrió tanto que no quiso saber nada del amor hasta que un italiano seductor le llenó la cabeza de pájaros. Saltaron chispas entre la señorita Obregón y Alessandro Vittorio Eugenio Conde Lequio di Assaba y Torlonia, bisnieto de Alfonso XIII y, por lo tanto, primo segundo de Felipe VI.

Lequio comenzaba su carrera como famoso y Ana se ganó a su mejor enemiga: Antonia. Sofoco al canto. Enamorada, se quedó embarazada y cuando Álex tenía dos años pillaron al italiano con una azafata. Ana se encontró madre soltera y despidiendo al amor que creía eterno. Lágrimas, separación y naturalmente: sofoco. Luego Davor, la historia de pasión con Micky Molina y tantos que fueron sofoco.

Pobre Ana, a punto de los 61 debería poder disfrutar de la calma sexagenaria sin tanto sofoco.

¿Qué famoso de 79 años vive un noviazgo apasionado con una modelo de 40?

Bruce Willis es difícil de entrevistar cuando tiene el día chungo. Una reportera le preguntó en directo a qué se dedicaba en su tiempo libre y él cogió un vaso de agua y fue bebiendo poquito a poco mientras escupía también poquito a poco. Lo justificó asegurando que era a eso a lo que se dedicaba.