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Premios Oscar 2016: diseñadores españoles nominados a la estatuilla

Nuestro país no solo cuenta con directores y actores reconocidos en los premios de la academia de cine ‘hollywoodiense’. Este año Paco Delgado está nominado por su trabajo como figurinista en ‘La chica danesa’, pero antes otros le abrieron camino.

Paco Delgado representará a España en los Oscar 2016 por el vestuario de 'La chica danesa'./gtres.

Paco Delgado representará a España en los Oscar 2016 por el vestuario de 'La chica danesa'. / gtres.

luis nemolato

Einar Wegener tiene que posar ante su mujer. Está asustado. Confundido. Un escalofrío le acaba de recorrer todo el cuerpo. El placer es extraño. Muy intenso. La suavidad de la seda de aquellas medias en sus tobillos, del tul de cretona rozándole la barbilla le lleva a algo muy cercano al éxtasis. Tiene que ponerse un maillot de bailarina. La razón se lo impide. Es un hombre. Corren los años 20 y un señor de su posición no puede, no debe, no… Pero el corazón se lo suplica. Y su sexo… ¡está casado, por el amor de Dios! ¡Eso no está bien!

Y en ese preciso instante, mientras abraza el vestido y extiende sus pantorrillas simulando un ecart para la pintura de Gerda, su esposa, tiene una revelación. Casi una epifanía. La textura de aquella ropa exhala al exterior lo que tantos años ha ocultado inconscientemente. Es una mujer. Sí. Lo es. Y ya nada nunca podrá volver a ser igual.

Duro trabajo previo

La escena es de 'La chica danesa', un safari emocional dirigido por Tom Hooper basado en la novela homónima de David Ebershoff, una cinta que relata la historia de la primera mujer que se somete a una operación de reasignación de sexo. "Tenía que ser una mujer creíble, no algo insultante o de risa. Una mujer de verdad". Es el autor de ese vestido quien habla. Un vestido fundamental para la trama, ese que reflejando la luz del Mar del Norte convierte las facciones angulosas de Eddie Redmayne en suaves y delicadas como las de una bailarina pastel como las que pintaba Degas.

Su tarea era buscar el 'look' adecuado para la personalidad, la época y el momento indicados en el guión

Es Paco Delgado. A él le encomendaron buscar el 'look' adecuado para la personalidad, la época y el momento indicados en el guion. Algo tan sencillo de enunciar en una frase es la base de un complejo trabajo al que se dedica desde hace años. A desglosar guiones, analizar personajes, meterse en la cabeza del director; investigar épocas en libros y museos, dibujar figurines, realizar cartas de color que den unidad estética a una película; probar tejidos y cortes, y luego controlar los procesos de confección… Un trabajo arduo y que, a veces, pasa desapercibido, sencillamente, porque su brillantez reside en que al espectador le parezca sutil porque, si no, la película no resultaría.

El lanzaroteño, un año más y de la mano del mismo director, vuelve a ser candidato a los Oscar al mejor diseño de vestuario. El único español en la gran fiesta del cine mundial. Y no, no es su primera vez… Y eso que cuando hablamos de Oscar y, en concreto, de Oscar españoles, estamos acostumbrados a que nos vengan a la cabeza momentos como el del famoso grito de Penélope Cruz; 'Volver a empezar' y Garci andando de lado con su chaqueta blanca y su cara cerúlea; e incluso un Billy Wilder en las alturas en plan Pantocrator tras la invocación de Fernando Trueba… Pues resulta que hay vida más allá de actores, actrices y directores.

Y que ese talento exquisito para recrear submundos entre góticos e imaginarios, que caracteriza a Delgado y que ya le llevó a vestir a Helena Bonham Carter y a cerca de 20.000 figurantes para 'Los Miserables', en 2012, repite. Y lo hace en una categoría en la que España cuenta con grandes artesanos y también grandes desconocidos para el público, que también subieron las escaleras del Kodak o del Dorothy Chandler Pavilion y que pusieron a nuestro país en el mapa del celuloide y de los retales de tejidos.

visitó a los 2.000 figurantes de 'los miserables'

Paco Delgado

Obra maestra

Paco Delgado se enfrentaba en La chica danesa a una transformación que en lo físico debía de dar una réplica perfecta a la que se producía en el alma. Tenía que ser muy visual. Más aun, sensorial, incluso, sensitiva. Y, al mismo tiempo, muy evocadora. Los trajes de Einar "tenían que ser una especie de armadura" en la que su cuerpo estuviera constreñido, esperando que floreciera Lili Elbe, la mujer que era.

Así, los trajes sastre de Einar son "estructurados y rígidos, con cuellos muy altos, que ocultaban toda la sensualidad que puede tener una persona", y confeccionados con una paleta de colores muy sombría, ha declarado Paco. Mientras que con Lili podía explorar en anticuarios a lo largo y ancho de Europa para encontrar piezas similares a las que aparecen en los cuadros donde fue retratada. Y tras comprar esas prendas, desarmarlas y confeccionar vestidos nuevos.

Yvonne Blake, Oscar en 1971 por Nicolás y Alejandra y candidata en el 76 por 'Los cuatro mosqueteros', es conocida por otra gran transformación. A ella, inglesa de nacimiento y española por matrimonio -se casó con el ayudante de dirección Gil Carretero-, el cine le debe el traje de superhéroe más conocido de la historia. Sí, el de Superman.

Tenía que reproducir un traje que no pareciera ridículo"

Yvone blake - Sobre Superman

"El traje de Superman ya estaba creado para el cómic y no podía cambiarlo. Estaba prohibido. Lo que intenté fue hacer uno, en la medida de lo posible, lo más atractivo para el actor y lo más correcto para los fanes de Superman. Yo no era especialmente una gran fan, pero sí tenía que reproducir un traje que no pareciera ridículo, sino que resultara completamente creíble y masculino, no como el de un bailarín de ballet. Así pues, procuré que no se vieran las costuras, o al menos, que se apreciaran lo mínimo", explicaba.

Y añadía: "Para ello utilizamos velcro, algo muy nuevo en esa época; como también la licra. De hecho, usamos una de las primeras licras del mercado. Fue una época muy innovadora e interesante. Teníamos la emoción de hacer cosas que nosotros pensábamos que eran nuevas. Ahora esas cosas son muy fáciles, pero en nuestra época, que era predigital, fue todo muy nuevo".

Modista de los grandes

Merecía la pena escucharla. Porque el traje es un icono como podría serlo también la túnica de Jesucristo en 'Jesucristo Superstar'. Por cierto, también la hizo ella con sus manitas y su tricotosa. Porque es una grande del diseño de vestuario. S e formó en el Regional College of Art & Design de Manchester y empezó su carrera en la casa de vestuario Bermans & Nathans, que colaboraba con la mítica productora de cine de terror Hammer Films.

Ha trabajado en más de 50 películas a las órdenes de directores como François Truffaut, Paul Verhoeven y Milos Forman, y a lo largo de su trayectoria ha vestido a todos los grandes. Desde Audrey Hepburn a Ava Gardner, pasando por Elisabeth Taylor, Sean Connery o Sofia Loren. Aunque quien más le impacto fue Marlon Brando: "Era una estrella tan grande, pero al conocerle era tan normal, humilde, adorable y generoso, que me dejó pasmada. Me acuerdo de su primera prueba de vestuario. Le puse el traje con alfileres. Él ni quiso verse en el espejo, solo me preguntó si me gustaba a mí. Le contesté que sí y entonces, dijo: ‘Pues a mí me va a encantar’. Me impresionó muchísimo lo poco vanidoso que era. Además, nos reíamos un montón. Recuerdo que me decía que tenía muchos problemas para recordar los diálogos y me explicaba que tenía que leerlos en un teleprompter, escribirlos en su mano e incluso en la frente de la actriz con la que actuaba".

Hablamos de estos trabajos porque, para Yvonne, el que hizo en 'Nicolás y Alejandra' no es uno de los mejores de su carrera. De hecho, ha asegurado que le resulta "pasado de moda. Es que no me gusta: no me gusta el vestuario, no me gustan los decorados…".

El premio fue ex aequo con otro español, Antonio del Castillo, quien, siguiendo con el resquemor a este figurinismo zarista, ni siquiera fue a Los Ángeles a recogerlo. No en vano, ¿Dior fue alguna vez a Hollywood? ¿por qué habría de hacerlo él?

Y es que Del Castillo fue un couturier mítico que logró que su apellido apareciera junto al de Lanvin en las etiquetas de la maison francesa. Descendiente del político malagueño Cánovas del Castillo, a mediados de los años 50 fue uno de los más conocidos creadores de la alta costura de París. Su nombre se asoció con el de Balenciaga, como sinónimos del buen hacer y la elegancia española, y consiguió que los duques de Windsor, la mismísima Wallis, y la familia Rothschild fueran algunos de sus clientes.

Dinamarca huele a Oscar

A finales de los 60, Castillo, al que muchos le atribuyen la creación perfecta del vestido de cóctel, se trasladó a EE.UU., donde durante la Segunda Guerra Mundial se había refugiado de los bombardeos bajo el techo de Elisabeth Arden. Trabajó primero en Nueva York y pronto Los Ángeles y sus colinas, Beverly Hills y Hollywood llamaron a su puerta. 'Nicolás y Alejandra', mal que le pese a Yvonne, fue su obra maestra, un diseño muy rígido para alguien que había sido colaborador del iconoclasta Jean Cocteau en películas como La Bella y la Bestia, donde el vestuario era un personaje más del guión.

Y el cuarto candidato español al Oscar por un diseño de vestuario es el primero que lo consiguió cronológicamente. No era modisto y ni siquiera se dedicaba al cine. Se trata de Antoni Clavé, un pintor que pasó a la posteridad por una película protagonizada por Danny Kaye. El fabuloso Hans Andersen, de 1952, un filme en el que se puso a las órdenes de Charles Vidor para vestir una fábula musical.

En ella, Clavé da rienda suelta a sus obsesiones como si de sueños se trataran. Sueños que eran casi como pesadillas technicolor en los que las cortes danesas del autor de 'La sirenita' parecían sacadas de 'El Guernica'. Tiene gracia que Paco Delgado y el primer español que le abrió camino en la antigua tierra del oro recreen el mismo país escandinavo para el cine, ¿no? Va a ser que nada huele a podrido en Dinamarca. Para los españoles, huele a Oscar.

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