Nos contaba Leonardo DiCaprio hace unas semanas que, la primera vez que lo nominaron al Oscar, deseba que no se lo dieran. Un deseo del que, seguro, se arrepintió en más de una ocasión y que, esta noche, se ha convertido en estatuilla.

Cinco nominaciones ha necesitado el amigo DiCaprio para obtener el reconocimiento de la Academia. Atrás han quedado '¿A quién ama Gilbert Grape?', 'El aviador', 'Diamantes de sangre' y 'El lobo de Wall Street'.

Ha tenido que llegar Alejandro González Iñárritu con 'El renacido' bajo el brazo para que Leo se haya ido a su casa con el Oscar bajo el brazo. Y para que seguidores en todo el mundo inunden plazas emblemáticas -la de Colón en el caso de Madrid- para celebrar que uno de los hombres con el que varias generacione de cinéfilos han crecido por fin tiene su premio.

La encargada de protagonizar como 'actriz secundaria' este momentazo sobre el escenario, una Julianne Moore emocionada al darle su galardón a Leo.

El cambio climático es real, está sucediendo en este momento"

Y en el que puede que sea el momento más importante de su carrera, aprovechó para concienciar a la gente de la importancia de cuidar el medio ambiente. "El cambio climático es real, está sucediendo ahora. Es la amenaza más urgente que enfrentan nuestras especies, necesitamos trabajar unidos y no dejar más las cosas para luego", eran las palabras del ganador en la categoría de Mejor actor principal.

Hoy, DiCaprio ha pasado de ser el eterno segundón que se dedicaba a ahigar sus penas entre canapé y copa en las fiestas post Oscar para grabar su nombre a fuego en la historia del cine. Dicen que no hay quinto malo y, en su caso, el dicho se convierte en la más pura de las verdades.