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Un año después de que se rompieran, de manera definitiva, los cuatro de amor entre Cristiano Ronaldo e Irina Shayk, l a presunta culpable de la infidelidad que colmó el vaso de la paciencia de la modelo rusa ha roto su silencio.
Se llama Amal Saber, es marroquí y asegura que, tras un encuentro sexual con el futbolista, este la bloqueó en su teléfono. La joven de 26 años ha dado una entrevista en la revista 'Interviú' en la que se define como "buscavidas" y le da otro golpe al luso en medio de su complicada situación tras la 'rajada' posterior al derbi madrileño.
"Es muy simpático. Estaba tan nerviosa que él me tenía que meter el tenedor en la boca para que comiese", relata esta marriquí asentada en nuestro país desde los ocho años.
Amal habla claro de ese encuentro con el futbolista, en Banloo, que acabó en una infidelidad a Irina que esta descubrió y provocó el fin de su ruptura. "Cristiano es muy descarado. Le pedí que llamase por teléfono a una amiga mía de Palma que es madridista y lo hizo sin problemas", cuenta antes de entrar en materia.
"Le dije que me iba y me dijo: 'No, vamos a mi casa'. Me encantan los perros y me llamó la atención que él tiene tres y las casitas en las que dormían tenían calefacción. Estuvimos abajo, donde tiene un 'jacuzzi', gimnasio y barra de bar. Estaba un poco borracha, pero recuerdo que la casa era oscura, negra y gris", es la historia de Amal.
Saber, que recuerda aquella como "la noche más especial", de detalles del escenario en el que mantuvo relaciones sexuales con él: "Al lado de la cama tenía una foto de Irina. Bebimos champán de melón y estuvimos juntos hasta las cinco de la mañana".
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