celebrities
celebrities
Hasta hace muy poco tenía una vida paradisíaca en Ibiza con su familia. Hoy las cosas son muy distintas, ya que, mientras que su mujer e hijos se han instalado en Ámsterdam, Mark Vanderloo (47) vive en Andorra, donde tiene nuevos proyectos.
Corazón: Vuelve a Madrid, como invitado al desfile de Emidio Tucci en la MFShow. Me huelo que iba en serio lo de ser el modelo con la carrera más longeva de la historia. ¿De verdad se lo ha propuesto como un reto? Mark Vanderloo: Vamos por buen camino. Si lo consiguiera sería un éxito, porque significaría que iba a tener trabajo hasta dentro de muchos años. Hace poco desfilé en Milán junto a 60 modelos muy jóvenes. A mí me contrataron como hombre con personalidad. Lo hizo una firma con la que empecé hace 25 años. La experiencia no pudo ser mejor. Me encanta que me llamen para desfilar y que les guste mi perfil.
Corazón: Los viejos roqueros nunca mueren. Parece que los modelos tampoco. Antes era muy difícil seguir en activo superados los 30. Mark Vanderloo: Los futbolistas dejan de jugar, pero siguen vinculados con ese mundo: se quedan como directivos, entrenadores o cualquier otra labor relacionada con su deporte. Yo hago lo mismo. Sigo en mi mundo, solo que ahora aportando otra faceta.
Corazón: ¿Le ha llegado a preocupar el paso del tiempo? Mark Vanderloo: Evidentemente, siempre quieres seguir siendo joven, pero llega un día en el que entiendes que las cosas son distintas. A mí me ocurrió hace diez años. Entendí que había un cambio y me relajé en ese sentido, ya que aprendí a esperar y dejar que me llegaran las ocasiones en vez de salir yo a buscarlas y desesperarme. Me llamaron para un videoclip y me buscaron, no tanto por mi juventud, sino por el toque que le daba. A estas alturas de mi vida, solo hago aquello en lo que me veo a gusto y en lo que me siento cómodo sin necesidad de cambiar mi estilo. Cuando eres modelo tienes que aprender a acoplarte a todo, pero a mi edad ya no.
Corazón: La moda de Emidio Tucci es muy cuidada, pero yo creo que su vida no es para tanto traje y corbata. Mark Vanderloo: Sí soy de trajes, pero no de corbatas. En los 90 había más etiqueta en ese sentido. Mira cómo los políticos también visten hoy de manera muy diferente, como Pablo Iglesias. Hoy el traje de chaqueta es más informal y se admite sin corbata.
Corazón: ¿Pero suele usarlos? Mark Vanderloo: Tengo chaquetas que me encantan y uso de manera habitual, incluso para ir al colegio a recoger a mis hijos. Lo que nunca llevo es corbata. Años atrás ya había firmas que me querían vestir así, como Hugo Boss, y nunca lo conseguían. Así que imagínate ahora
Corazón: Vivía casi en el paraíso en Ibiza, con su familia... Mark Vanderloo: Sí, pero esa etapa ya se ha acabado. Hemos vivido unos meses en Andorra, ya que uno de mis hijos quiere ser esquiador profesional, pero, para los estudios, hemos decidido que se instalen en Ámsterdam. Ibiza es una maravilla, pero a la edad de mis hijos no podíamos seguir. En este momento yo vivo en Andorra, aunque paso mucho tiempo con ellos allí. Ahora solo vamos a Ibiza de vacaciones.
Corazón: Ha experimentado un cambio de vida radical. Mark Vanderloo: Necesitaba la montaña en invierno, porque yo también soy esquiador. Por eso hemos buscado esta fórmula. Lo importante no es tanto dónde vives, sino dónde estás.
Corazón: Muchos españoles se están instalando en Andorra por sus beneficios fiscales. Mark Vanderloo: La diferencia con otros países con esas condiciones fiscales es que está más cerca, aunque no pienso que haya tantos españoles. Yo tengo mi trabajo inmobiliario allí ahora y por eso me viene bien este cambio.
Corazón: Usted se dedicaba al sector inmobiliario y habrá vivido la burbuja y el pinchazo del sector. Mark Vanderloo: La diferencia de Ibiza con el resto de España es que, al ser una isla, la expansión no ha podido ser tan espectacular como en otras costas del litoral, ya que no era tan fácil conseguir las licencias y el espacio es muy limitado. El desarrollo también ha sido limitado y eso ha hecho que no se notara tanto la crisis. Hace unos días estuve ojeando casas para adquirir en las Baleares y no había ni un solo piso en venta en Ibiza. Es un mercado muy bueno y ahí no se ha notado la crisis, ni tan siquiera en las grandes mansiones. Hay un turismo de alta calidad y con mucho dinero que sigue invirtiendo y gastando allí
Corazón: Su salida de Ibiza no es por la crisis, sino por la educación de sus hijos. Mark Vanderloo: Efectivamente.
Corazón: ¿Echa de menos esa vida? Mark Vanderloo: Me encanta esa vida paradisíaca, pero teníamos claro que solo podría ser por unos años.
Corazón: Cómo ve España una persona como usted, tan relacionada con nuestro país? Mark Vanderloo: Para que me entiendas te diré que, en Holanda, cuando hay cambios políticos o económicos, las cosas se hacen de una forma muy lenta, con planes a largo plazo para que todo el mundo se vaya adaptando y no haya choques bruscos. Aquí todo es muy de golpe. Cada cuatro años puede modificarse todo. Y me parece que es muy complicado para la gente adaptarse a tantos cambios. Soy de los que creen que las transformaciones tienen que ser suaves. Ahora mismo tengo amigos extranjeros que pensaban venir a invertir en España, pero han parado esos movimientos porque creen que no se puede confiar en lo que pueda pasar en el futuro.
Corazón: El promotor chino Wang ha paralizado sus proyectos en Madrid. Mark Vanderloo: Pues imagínate. Por eso no apoyo los cambios radicales y sí las transiciones suaves, para que la gente esté segura para invertir.
Corazón: ¿No será que eso responde al carácter pasional de los latinos? Mark Vanderloo: ues eso choca con el carácter europeo y, si queremos formar parte de esa comunidad, hay que saber adaptarse y no crear incertidumbre. A parte de Wang, conozco a mucha gente que también está dando marcha atrás en sus planes para España. Nadie quiere venir.
Corazón: Los deportistas y los modelos se parecen en lo sacrificado de su vida. Ahora que tiene una edad, ¿tiene la sensación de que se ha perdido muchas cosas? Mark Vanderloo: No, al menos nada que me haya interesado. Este mes he visto muy poco a mi familia, pero es porque estoy metido en un proyecto muy interesante del que aún no puedo hablar. Está relacionado con el consumo y tiene un toque de moda... Hasta ahí puedo leer. He estado en París, Milán, Ámsterdam… Hay gente que se cansa de viajar tanto, pero yo reconozco que me encanta. Soy un hombre de culo inquieto y no aguanto la monotonía. Además, mi mujer sabe que soy así y lo lleva bien.
Corazón: En España solemos decir que es bueno que corra el aire entre las parejas. Mark Vanderloo: Pues tienen razón. Tener a los míos en Ámsterdam me resulta, además, más cómodo a la hora de coger vuelos.
Corazón: ¿Qué opinión tiene de su reina, Máxima de Holanda? Mark Vanderloo: Creo que ha hecho un gran trabajo y nadie puede encontrarle un fallo. Además, le ponen la lupa en todo lo que hace y el resultado es muy bueno.
Corazón: ¿Dónde le gustaría instalarse definitivamente? Mark Vanderloo: No tengo ni idea. Prefiero que la vida me sorprenda. Mi felicidad no depende del sitio donde esté, sino de estar bien conmigo.
Corazón: ¿Cuántos sueños le quedan por cumplir? Mark Vanderloo: Mi gran sueño será que funcione el proyecto que estamos montando. Es algo que deseo hacer desde que tenía 20 años, pero entonces fue mi padre quien me lo quitó de la cabeza. Hoy, que por fin he encontrado un socio con el que sacarlo adelante, estoy como loco. La idea surgió de una de las cenas de chicos que tenemos cada mes en Andorra. Ya estamos preparando todo para lograr que sea una realidad. En octubre, si lo conseguimos, será un placer poder demostrarle a mi padre que yo tenía razón.