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Dicen que de una boda sale otra boda. Y, en el clan Pantoja, de un bautizo, sale una boda también. Al menos eso es lo que sucedió este fin de semana, durante la celebración del Sacramento de Ana, la hija de Kiko Rivera e Irene Rosales.
Aprovechando que había logrado reunir a parte de la familia -sus hermanos Cayetano y Fran tenían otros compromisos más importantes-, el 'Dj' hincó la rodilla en el suelo para pedirle a Irene que se convirtiera en su esposa.
Todo esto mientras en los platós de televisión se siguen sucediendo las mujeres que acusan a Kiko de infiel o, al menos, de haber intentando algo con ellas estando con Rosales.
La última, Sandra Bruman, que relató en 'Sálvame Deluxe' el viernes que tuvo que 'hacerle la cobra' al hijo de Isabel Pantoja el pasado mes de noviembre.