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Por muy famosa que una sea y mucho cariño que le tenga el respetable, hay faltas de consideración con quien ha comprado la entrada que son intolerables. Mariah Carey lo experimentó en sus carnes este fin de semana.
La cantante actuaba en la ciudad inglesa de Leeds, en el First Direct Arena. El concierto estaba previsto que empezara a las 20.45, pero ella, a la que se le pegaron las sábanas de la siesta, hizo acto de presencia sobre el escenario, a las 21.30. Con el consiguiente mosqueo del respetable.
Lo de las sábanas no nos lo hemos inventado. Ella misma publicó el siguiente mensaje: "Queridos míos, aunque odie tener que dejar esta fabulosa cama en el hotel Corinthia de Londres voy ya de camino para veros en Leeds en 30 minutos".
Unos 30 minutos que se convirtieron en más de hora y media y que provocaron el mosuqeo generalizado de los presentes. Con toda razón.