En el Congreso, además de política, se respira mucho amor.

celebrities

Amantes en el Congreso

Inés Arrimadas, Andrea Levy, Meritxell Batet y Pablo Iglesias son ejemplos de que la seducción forma parte del juego político, a veces incluso haciendo extraños compañeros de cama.

¡Que fluya el amor en el Congreso! "Hay uno que no sé cómo se llama, con el pelo largo. Es de Podemos y está muy bien. Pero no tiene coleta... ¡Luego me envías su teléfono y así le escribo! ¡Ese me ha gustado!".

Andrea Levy no sabía hasta qué punto ese comentario sobre Miguel Vila, recogido en un reportaje de la Sexta, iba a caldear el ambiente en el Congreso. Miguel se dejó querer y el juego lo continuaron en Twitter, convirtiendo de paso a Pablo Iglesias en un improvisado alcahuete al llevar la broma hasta la tribuna parlamentaria: "El amor y la pasión fluye en la política española", exclamó divertido el líder de Podemos. Tal vez tenga razón. Al fin y al cabo, el roce hace el cariño y en ese trabajo, al igual que en cualquier otro, se pasa demasiado tiempo como para que no surjan atracciones que no tienen carné de partido.

Corazón e ideologías

Levy había sentado sus propios precedentes sobre lo saludable que resulta la mezcla de opuestos. Hasta hace un año, la vicesecretaria general de Estudios y Programas del PP mantuvo una muy comentada relación con Enric Vila, conocido escritor y defensor de la independencia de Cataluña. "Nos independizaremos de los independentistas". Dijo ella en una entrevista en la web Crónica global. Fue su única mención al romance, que concluiría poco después, al iniciarse sus encuentros estivales con el periodista de 'El País' Manuel Jabois, una de las plumas más críticas con los populares y al que conoció en un acto de su partido. Fue una amistad fugaz. En otoño su corazón volvía a estar libre, aunque quién sabe si por poco tiempo…

No es raro que la política haga extraños compañeros de cama, pero sí resulta muy poco usual que se conviertan en parejas afianzadas. En una intervención parlamentaria, la socialista Meritxell Batet defendió una proposición de ley recordando a varios poetas. Al finalizar la sesión, el popular José María Lassalle se acercó para preguntarle sobre esos escritores e invitarla a tomar algo. En las semanas siguientes, el despacho de Batet se llenó de flores y de notas cariñosas que fueron la comidilla de políticos y periodistas. Ocho meses más tarde se casaban en Santillana del Mar. "Es una unión de alto riesgo", aseguró el sacerdote que ofició la ceremonia. El desafío lo han superado con dos hijas gemelas y 10 años de convivencia a prueba de diferencias ideológicas. Él es secretario de Estado de Cultura, fiel ‘aznarista’ y está muy comprometido con la fundación FAES, un vivero político que provoca alergias en la izquierda; ella es una de las colaboradoras más cercanas a Pedro Sánchez y miembro del equipo negociador del PSOE.

Dios los cría...

Probablemente la fórmula de su éxito como pareja sea la misma que se aplican Inés Arrimadas y Xavier Cima: no llevarse trabajo a casa. Cima, exdiputado de Convergencia Democrática de Cataluña, representa todo a lo que se opone cada día la líder de Ciudadanos en el Parlament catalán. Sin embargo, la discretísima política, cierra a cal y canto su vida privada, y demuestra en la práctica que los sentimientos pueden sobrevivir a los nacionalismos.

Se conocieron compartiendo una comisión política y fue él quien dio el primer paso para conquistar a quien tenía fama de ser la más atractiva y la más inaccesible de todas las parlamentarias. Según algunos compañeros de partido su relación va tan en serio que no sería extraño que más pronto que tarde anunciaran su boda.

Todo resulta más sencillo cuando el afecto se refuerza con el compañerismo de trinchera ideológica. En esos casos incluso llega a apetecer airear los sentimientos. Así lo hizo el socialista Francisco Toledo en la última sesión de las anteriores Cortes valencianas, al tomar la palabra para reconocer que había sacado provecho personal de la política. "Confieso que lo he sacado y no lo he declarado porque no tiene precio. Me refiero a la experiencia y también a esa maravillosa persona que ocupa el escaño 88, que me ha apoyado y ayudado, especialmente las últimas semanas. No necesito más".

Delia Valero, también del PSOE, se echaba a llorar emocionada en el escaño 88 mientras los grupos parlamentarios respondían con aplausos a la sorprendente declaración de amor. Hoy ninguno de ellos está en las Cortes, pero lo que ha unido la política por ahora no lo han desunido las listas electorales.

Unión de despacho

José Ignacio Wert, exministro de Educación, encontró afinidad en su secretaria, Montserrat Gomendio. Ella estaba casada con Eduardo Roldán, al que abandonó cuando entendió que con Wert tenía más que un romance. Después de un tormentoso divorcio, contrajeron matrimonio y se trasladaron a París para trabajar en la OCDE y disfrutar de una vida más anónima.

Iglesias llevó su protagonismo de las tertulias políticas a las del corazón

La nueva izquierda parece vivir una efervescencia amorosa más intensa y endogámica. Sin proponérselo, Pablo Iglesias llevó su protagonismo de las tertulias políticas a las del corazón por su relación con Tania Sánchez, entonces en Izquierda Unida, quien recordaba cómo empezó todo: "Un día quedamos para ir a cenar, otro para ir al teatro y poco a poco…".

Pasaron cinco años, hasta que la exposición mediática provocó grietas que no pudieron volver a unir. Lo curioso es que ya habían roto cuando terminaron compartiendo partido, junto a otras compañeras como Irene Montero, que ocupa el primer puesto en el círculo de confianza de Iglesias. La consigna de Iglesias y Montero es guardar discreción para que su asunto privado no interfiera en lo público.

También fue un secreto a voces el amor de Íñigo Errejón con Rita Maestre, actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid. El éxito político de ambos coincidió con su separación, con algún rumor sobre terceras personas. Al igual que Pablo y Tania, son ex bien avenidos que siguen compartiendo amistad y proyecto político y que han sabido encajar sus nuevas relaciones. A Errejón se le vincula con Glòria Mena, periodista de La Sexta y ex de Alberto Garzón, el líder de IU. De Maestre se comenta su gran amistad con Ignacio Murgui, segundo teniente de alcalde de Madrid.

Como se ve, todo queda en casa, en la madrileña o en la andaluza, porque Podemos cuenta en el sur con otra pareja unida por la política y a la que la guasa ya ha bautizado como 'los Clinton de Cádiz'.

José María González, 'Kichi', alcalde gaditano, y Teresa Rodríguez, secretaria general del partido en esa comunidad, coincidieron e intimaron en asambleas cuando él acababa de tener a su segundo hijo con Aitana, miembro también de Podemos y con la que sigue manteniendo buena relación. No pretenden ser discretos y demuestran su cariño en público. Estos son los nuevos tiempos de la política, más que nunca una vocación pasional.