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Sonaban cañones de rupturas entre el actor y la modelo, pero nada más lejos de la realidad. Justo cuando se pensaba que el romance entre Irina Shayk y Bradley Cooper había terminado, dadas sus escasas apariciones públicas, por no hablar de inexistentes posados juntos, tras cumplir un año de noviazgo, la pareja ha confirmado con una imagen que su relación sigue viento en popa y, en esta ocasión, a toda suegra.
Olga Shaykhlislamova, madre de la modelo rusa, es la vela de este noviazgo. Encantada aceptó la invitación de su adorable yerno al concierto que Beyoncé ofreció el pasado fin de semana en el estadio Rose Bowl de Pasadena (California), al que llegaron como la familia feliz que son y dejando patente la buena relación que les une.
Con Olga asida de su mano derecha e Irina de la izquierda, llegó Bradley al concurrido estadio sonriendo con orgullo a la nube de reporteros allí apostados. No así su novia, a quien los flashes parecieron molestarle, motivo por el que ocultó su rostro con la mano que le quedaba libre. Mientras tanto su madre se convertía en la viva imagen del disfrute, deleitada a partes iguales tanto por su flamante yerno como por el espectáculo al que le había invitado.
Vista la cercanía del actor con su familia política así como la buena relación y gustos compartidos, solo nos queda preguntarnos: ¿Tadarán mucho en sonar las campanas de boda para la pareja?.