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Lo bueno de muchas de nuestras famosas es que valen tanto para un roto como un descosido. Es el caso de la modelo Laura Ponte, que compagina su trabajo como diseñadora de joyas o decoradora de espacios con actos promocionales que son los que al final te dan una alegría al bolsillo.
Desde que se divorció de Beltrán Gomez-Acebo y recuperó el habla –al hijo de la Infanta doña Pilar le deben gustar las mujeres mudas, porque es imposible entrevistarlas cuando están con el– se convirtió en una mujer adorable y muy divertida que dice lo que piensa sin miedo a molestar a nadie. E
sta semana volvió a posar ante las cámaras para presentar las jornadas gastronómicas de Tailandia en el Gourmet de El Corte Inglés, país que conoce muy bien puesto que un buen amigo es instructor de buceo de Pucket y ella viaja allí con asiduidad.
"Lo que más me gusta en Tailandia es comer, disfrutar de mis amigos y comprar cosas ideales que tendrían que traer a España. Recuerdo que mi primera experiencia de viaje con mochila fue a Piti y fue muy duro porque lo organicé fatal y no paro de llover", comenta divertida.
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