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Cuando Lara Álvarez hizo las maletas rumbo a Honduras para presentar 'Supervivientes' hacía pocas semanas que había terminado su relación con Fernando Alonso. Sin embargo, no tardaron en relacionarla sentimentalmente con un empresario gallego, Román Mosteiro.
Se llegó incluso a hablar de que le habían ofrecido viajar hasta allí para ver a su chica, pero que había declinado la invitación. Una incursión en la vida privada de Lara, ligada a la profesional, que la molestó sobremanera e hizo que saltara en Twitter.
Pero parece que no. Que ni Fernando ni Román ni ningún otro nombre que a uno se le pueda pasar por la cabeza. Si el pasado domingo Lara decía haberse puesto mala porque "duermo tapada y sola por eso me he puesto mala. El aire acondicionado es malísimo si duermes sola", ayer soltaba otra indrecta.
Jorge Javier le preguntaba si seguía durmiendo sola y ella invitaba a toda España a que se cruzara el océano para ir a acompañarla y meterse todos juntos en la cama. Un gesto con lo que pretendía remarcar el hecho de que en estos momentos no hay nadie que sustituya en su vida la reciente rota relación con el piloto de Fórmula 1.
Hace tres semanas ya publicó junto a una imagen en Instagram un mensaje que daba indicios de esa soltería. "AMOR por mi familia, mi perro y mis amigos. Incondicional y eterno… #osQuiero #aBuenEntendedor…", se podía leer.
Lo hemos entendido, Lara.